El Valencia se clasifica para octavos con la ley del mínimo esfuerzo
El Valencia CF cerró el año con una victoria ante su afición en el partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa del Rey al vencer por dos goles a un contra el Leganés. El triunfo, aunque gris, es más que suficiente para que los de Cesare Prandelli se clasifiquen para octavos gracias al 1-3 conseguido en la ida. En la primera mitad Rodrigo adelantó a los de Mestalla al transformar en gol su quinta ocasión clara; mientras que Machís sería el autor del empate nada más comenzar la segunda parte. Ya con el tiempo casi cumplido, Rodrigo aprovecharía un rechace tras tiro de Carlos Soler para establecer el 2-1 definitivo. El Valencia lograba así salvar los muebles antes de un período invernal en que el club tiene mucha faena por delante si quiere arreglar el desaguisado deportivo que tiene.
Ante una eliminatoria prácticamente resuelta, en Mestalla había verdadero interés por saber cómo iban a reaccionar los jugadores del Valencia CF después del último vídeo polémico en el que aparecía Dani Parejo en aparente estado de embriaguez y las últimas declaraciones de Cesare Prandelli señalando a los futbolistas como grandes culpables de la situación del equipo.
Prandelli saltó con un once plagado de ausencias por decisión técnica y lesión. Sin Abdennour, que se cayó a última hora, la apuesta del técnico formar con un 1-4-3-3 en el que Jaume fue el meta; Cancelo, Santos, Mangala y Montoya los zagueros; Enzo Pérez, Medrán y Mario Suárez los medios y arriba formaban Mina, Munir y Rodrigo que, fiel a su tradición, en one minutos había lanzado dos balones al palo y desperdiciado una clarísima ocasión en boca de gol. En la última de estas tres opciones, el balón le quedó muerto a Medrán que, sin oposición, lo envió a las nubes.
Por suerte, el 1-3 de la ida facilitaba mucho las cosas para los valencianistas que, sin prisa y sin presión, pues estaban en familia, se podían permitir el lujo de desperdiciar ocasiones. En el 21, de cabeza, Rodrigo malograba la cuarta. Tanto fue el cántaro a al fuente que a la quinta llegó el gol. El punta aprovechaba un pase entre líneas de Medrán para batir con la derecha -no sin dificultades- a Herrerín. Corría el minuto 35 y la eliminatoria estaba sentenciada, y el partido casi también porque fue apagándose. El ya tradicional encontronazo entre la Curva Nord y el resto del estadio, que les afeó su comportamiento tras estar 45 minutos sin animar, puso punto y seguido al choque.
Garitano saca un delantero y empata
Tras el paso por vestuarios, Garitano sacó al campo a Guerrero, un punta para buscar una remontada que se antojaba casi imposible. Sin embargo, un gol de Machís en el 49 parecía darle la razón, aunque el punta marcó en fuera de juego y tras una gran parada de Jaume Doménech. El canguelo comenzó a apoderarse de un Mestalla frío que aplaudió a rabiar el cambio de Carlos Soler por un renqueante Enzo Pérez. El mediocentro se llevó la ovación más sentida de la noche y contribuyó a dejar la reacción pepinera en un mero espejismo.
A falta de veinte minutos tuvo su oportunidad Rafa Mir, que entró por Munir, muy desacertado toda la noche y completaría la terna de cambios Gayà en el 78, dando descanso a Mina. Quién le ha visto y quién le ve al joven lateral zurdo. De imprescindible a recambio en Copa. Un detallazo de Machís ridiculizando a Aderllan Santos; un tiro lejano de Carlos Soler, cuyo rechace aprovecharía Rodrigo para establecer el definitivo 2-1; sería lo mejor de los últimos minutos de un partido que no pasará a la historia y que, aunque le sirve al Valencia para colarse en el bombo de octavos, no despeja ninguna duda sobre la gravísima situación deportiva con la que el equipo acaba el 2016.