El canterano Carlos Soler se estrenó el penúltimo miércoles del año en partido oficial con el Valencia en Mestalla, estadio en el que ha pasado en pocos años de pedir el pase en la puerta a desconocidos para poder entrar, a que decenas de aficionados le pidieran fotos a la salida del choque ante el Leganés. Ahora, el joven mediocentro se ha convertido por méritos propios en el mejor regalo de Navidad para el Valencia CF y el valencianismo.
Nacido en Valencia en 1997, Soler entró con siete años en la cantera del club valenciano y lo hizo gracias a sus goles. Concretamente a los tres que le hizo con el Bonrepós pese a tener dos años menos que el resto de jugadores.
Ese detalle llevó a los responsables de las categorías inferiores del club a incorporarle a sus equipos hasta que hace una semana debutó con el Valencia en Anoeta ante la Real Sociedad en los diez minutos finales del encuentro, recuerda la agencia EFE.
En sus primeras campañas en Paterna mantuvo esa posición de delantero centro y en apenas ocho años acumuló quinientos goles y cien asistencias, unos números que provocaron que el foco mediático se pusiera sobre su progresión.
Mientras, él y sus amigos acudían muchos domingos a la entrada de tribuna de Mestalla para rastrear a "señores mayores que tenían muchos pases, pero que no iban con toda su familia a ver el partido" y así pedirles que les dejaran entrar con ellos al estadio. "Es que en tribuna se veía genial", apuntaba Soler.
Así lo contó en la radio del Valencia cuando el pasado mes de marzo renovó su contrato con el club hasta 2020 pese al interés de otras entidades como el Barcelona en su contratación.
Al entrar "de gorra" en Mestalla, vio en directo a delanteros como David Villa pero también a medias puntas como David Silva o Juan Mata y a mediocentros como Rubén Baraja o David Albelda, una etapa que coincidió con su pase del 'Futbol 7' al 'Fútbol 11' y su transformación de punta a centrocampista.
En el filial, en el que se asentó la pasada campaña, actúa como mediocentro pero tanto en su debut liguero en Anoeta como en el choque copero ante el Leganés lo hizo un poco más adelantado.
"Como dije en Anoeta, me he sentido cómodo en esa posición y estoy muy contento de debutar en competición oficial en Mestalla", explicó después de "cumplir el sueño que tenía desde pequeño" y de ayudar al equipo a que sellara su pase a octavos de final.
Después le tocó sesión de fotos en la misma acera en la que no hace tanto tenía que descararse para pedir que le 'colaran' en el estadio y puede que no sea la última si Cesare Prandelli le da continuidad.
"Yo estoy aquí para ayudar cuando el míster lo necesite. Juego con el filial y cuando me llaman vengo. Prandelli me dice que trabaje con fuerza e intensidad, que sea práctico, lo haga todo fácil y que disfrute", explicó en su primera gran entrevista como valencianista.
Ahora, y con el Caso Parejo en plena efervescencia, Carlos Soler está en disposición de dar el gran salto al primer equipo pero no ya como invitado de excepción, sino como miembro de pleno derecho de una plantilla que necesita centrocampistas de su corte y jugadores con su desparpajo y su frescura. Carlos ha llegado para quedarse.
No podía haber mejor forma de acabar este duro año. Muy contento e ilusionado con el 2017. pic.twitter.com/dMgqZ4rRw6
— Carlos Soler (@Carlos10Soler) 22 de diciembre de 2016