Los soldados de invierno se enfundan el traje de guerra

Al más puro estilo Capitán América, los soldados de invierno parece ser que han aterrizado en Valencia con el fin de reparar los daños sufridos en el pasado. Es una realidad que los ánimos han cambiado después de la llegada de Fabián Orellana y Simone Zaza a través de buen juego y goles, aunque el tercer hombre que ha hecho méritos para entrar en este selecto grupo es Voro González. 

El mercado invernal se presentaba para la dirección deportiva del Valencia como una necesidad de urgencia ante la situación crítica por la que atravesaba el club. Tanto en lo deportivo como en lo institucional. Pako Ayestarán y Cesare Prandelli trataron de enderezar el rumbo del equipo sin éxito. Un equipo desalmado en manos de un propietario deslegitimado. La afición tomó Mestalla para reivindicar una identidad que parecía perdida en los últimos meses. 
El primer soldado de invierno y principal responsable del impulso fue Voro. Su pasión por el Valencia le ha obligado a asumir las riendas del equipo en situaciones de trance. Esta última, tras la dimisión inesperada de Cesare Prandelli, no asumiría el cargo de manera transitoria a causa del desacierto a la hora de dar con el perfil de entrenador ideal. Tal y como ha informado ElDesmarque, el Valencia con Voro sería sexto en una hipotética liga donde solo se contabilizaran los partidos a partir de la llegada del de la Alcúdia. 
 El impacto ha sido instantáneo y es que, desde que han partido como titulares, el equipo ha logrado dos meritorias victorias contra rivales como el Athletic Club (2-0) y el Real Madrid (2-1)
Zaza y Orellana fueron los elegidos para retomar la ilusión en una plantilla descorazonada. El impacto ha sido instantáneo y es que, desde que han partido como titulares, el equipo ha logrado dos meritorias victorias contra rivales como el Athletic Club (2-0) y el Real Madrid (2-1). En este último encuentro cabe a destacar que han marcado los dos jugadores que no estaban disponibles para la fecha real del encuentro, el 21 de diciembre. El chileno, partiendo desde la mediapunta, ha devuelto el brillo a la zona de tres cuartos valencianista a base de desparpajo, asistencias y goles. Simone Zaza, por su parte, a pesar de las dudas despertadas tras su fichaje se ha rehecho con dos goles de la talla de un nueve de nivel. El zapatazo de espaldas que perforó la escuadra derecha de Keylor Navas encandiló y convenció a Mestalla. Además, el italiano lleva la batuta de la presión y, por estas razones, se ha hecho un hueco en el tridente de Voro.
Los soldados de invierno han sido eficientes hasta la fecha y han devuelto la ilusión a Mestalla. La constatación del impacto inmediato fue el resultado en una noche mágica como la vivida ayer en Mestalla. El equipo, sumido en la dulce resaca tras las dos últimas victorias, tratará de confirmar las buenas sensaciones tras la llegada de las nuevas incorporaciones con un buen resultado en uno de los fortines de la liga como lo es Mendizorroza.