Se cumplen 20 años del 'Perrito' de Leandro

Hace 20 años que Leandro Machado, exdelantero del Valencia CF, decidió celebrar un gol de la forma más curiosa posible. El brasileño festejó el tanto simulando la meada de un perro a pocos metros de la grada dónde se sitúa el Frente Atlético. La peculiar celebración hizo que el gol fuese recordado por el aficionado valencianista, ya que el tanto por sí solo no tuvo mucha importancia. El resultado final fue de 1-4 favorable al Valencia CF y el de Leandro fue el último en subir al marcador.

Fue, sin duda, una curiosa forma de celebrar un triunfo que, por supuesto, indignó a los seguidores rojiblancos, que además de ver como su equipo perdía en casa, encima tenían que soportar la 'humillación' del punta brasileño.

Hay que recordar que el Valencia se desplazaba al Calderón con la intención de dar un golpe sobre la mesa ante un rival de nivel y, de esta forma, acercarse a posiciones europeas. Un partido complicado a priori ya que el Atlético de Madrid ocupaba la quinta posición, cinco puestos por delante del Valencia. El cuadro valencianista mostró una de sus mejores versiones a lo largo del campeonato y le endosó una goleada memorable. Los goles de Ariel Ortega, Eskurza, José Ignacio y Leandro sirvieron para poner el 1-4 en el marcador final. La anécdota que pasaría a la posteridad sería la mítica celebración de Leandro que no pasó desapercibida para el mundo del fútbol.

Este es el famoso momento, recogido aquel día en todos los informativos.

El fichaje de Leandro por el Valencia CF

La secretaría técnica decidió apostar por Leandro en el mercado invernal de la temporada 1996/97 ante la falta de resultados y sin el consentimiento de Luis Aragonés, técnico valencianista en aquella fecha. A pesar de las diez dianas realizadas por el ariete brasileño en aquellos seis meses, la dirección deportiva del club decidió desprenderse de los servicios del jugador al final de la misma campaña. La famosa celebración es, sin lugar a dudas, el hito principal por el que se le recuerda a Leandro con la camiseta valencianista. El Valencia CF acabó aquella temporada el noveno y quedó eliminado en las primeras de cambio en la Copa de la UEFA, por lo que el club se deshizo de un gran número de jugadores, además de Leandro, con la intención de cambiar la dinámica negativa.

El "perrito" volvió a Brasil y a otros países

El jugador mostró su mejor versión como goleador en el Olimpia de Asunción de Paraguay donde se ganó el cariño de la hinchada guaraní.

La condición de Leandro como trotamundos en un hecho totalmente constatable por el amplio historial de equipos que figuran en su trayectoria. El jugador empezó despuntando en las categorías inferiores del Internacional y despertó el interés de numerosos clubes europeos. Las expectativas del joven ariete eran tan grandes que llegó a debutar con la canarinha absoluta.

Finalmente recaló en el club de Mestalla, tal y como se ha explicado con antelación, donde permaneció un total de seis meses. Tras dejar una controvertida celebración para la hemeroteca puso rumbo a Lisboa. El Sporting de Portugal se interesó por el jugador pero el escaso rendimiento hizo que pronto emprendiera un nuevo rumbo como futbolista. Tenerife acogía a un joven Leandro que seguía sin dar respuesta a su cartel de promesa.

El delantero entró en un periodo de inactividad en los terrenos de juego, a causa de las lesiones o por la falta de adaptación, que lo sentenciaron como futbolista. Volvió a probar suerte en Brasil y en Ucrania sin ningún éxito. Más tarde, emprendió una aventura por diferentes equipos en México como el Querétaro o el Gallos Blancos.

El Santos se hizo con los servicios del delantero tras su paso por México, pero éste no respondió en lo deportivo a causa de las numerosas lesiones. El jugador mostró su mejor versión como goleador en el Olimpia de Asunción de Paraguay donde se ganó el cariño de la hinchada guaraní. El bagaje que aportó en su estancia en Paraguay le sirvió para recalar, con la intención de finalizar su carrera deportiva, en un club coreano: Ulsan Hyundai. Sin embargo, fue en el Sport Recife de Brasil donde Leandro iba a colgar las botas de forma definitiva tras el calvario vivido por la lesión de rodilla.