El feudo del Valencia CF tiene el privilegio de haber presenciado las actuaciones del One-Club-Man por excelencia de la última década, Francesco Totti. El histórico capitán de la AS Roma, quien brindó una emotiva despedida en el día de ayer a quienes han sido sus tiffosi durante 25 años, fue en Mestalla héroe y villano después de saborear la victoria y la derrota en sus cinco visitas a Mestalla.
El mundo del fútbol se rindió a los pies de quien defendió un escudo durante 25 temporadas. Francesco Totti disputó ayer su último partido con la elástica romanista frente al Genoa, no sin antes dejar clasificado al equipo de sus amores para la máxima competición europea de cara a la temporada que viene. Il Capitano se desató a llorar sobre el verde del Olímpico cuando se dio cuenta de que no vestiría más la giallorossa.
Un cuarto de siglo ligado a la máxima competición del fútbol da para muchas idas y venidas por el territorio nacional e incluso internacional. Mestalla, del mismo modo que otros tantos estadios de fútbol, fue uno los escenarios dónde el diez tuvo que defender sus colores lejos de la Ciudad Eterna. Su visita al templo valencianista se reiteró hasta un total de cinco veces a lo largo de su etapa profesional, por lo que la afición valencianista fue testigo de la evolución del delantero italiano.
La primera visita de la escuadra capitolina a Valencia tuvo lugar en febrero de 2003 después de coincidir con el Valencia CF en la fase de grupos de la UCL. Totti era el máximo referente en aquella Roma que se convirtió en una de las grandes potencias de Italia. El joven romano y romanista se proclamó campeón del Scudetto hacía dos temporadas, precisamente en la 2000/01, y todavía quedaban vestigios de aquella plantilla. Totti maravilló aquella noche al aficionado de Mestalla, quien presenció como los italianos no dejaron ni rastro de una de los equipos más poderosos del continente como lo era el Valencia de Benítez. Un contundente 0-3 con doblete de Totti.
El tercer asalto se trasladaría a la temporada 2006/07 en una noche de Champions, ya que valencianos y romanos venían de verse las caras hacía menos de un mes en el Trofeo Naranja. Villa y Angulo mantuvieron en la sombra el único tanto de los italianos en aquella noche que precisamente fue obra de Francesco desde el punto de penalti. Los de Sánchez Flores se impusieron con esta victoria a su máximo rival en la primera fase de la competición. El primer puesto en ésta le sirvió para enfrentarse al Inter de Milán, quien clasificó a octavos después de obtener la segunda plaza. El desenlace para el Valencia CF en aquella edición resultaría fatídica tras el gol de Essien que truncó el sueño de Quique por el viejo continente.
El eterno capitán volvería a Mestalla para disputar el partido de presentación para la campaña 2006/07 y, de esta forma, como preludio a los enfrentamientos vecinos que estaban por venir entre ambos equipos en la fase de grupos de la Champions. Los locales consiguieron levantar el Trofeo con un 2-0 con goles de Silva y Albelda.
Francesco Totti volvería de nuevo a la escena en Valencia después de que la Roma recibiera la invitación para la edición del Trofeo Naranja relativa a 2011. El ritmo del partido se alejó de un simple amistoso y las revoluciones del capitán romanista provocaron una tangana después de un encontronazo con Jordi Alba. Emery convenció aquella noche en lo que fue la puesta en escena de la temporada 2011/12 después del 3-0 a una AS Roma dirigida por Luis Enrique, quien estaba llamado a encabezar un proyecto esperanzador.
El club valenciano volvió a pensar en los capitolinos como invitados a una nueva edición que abriría la segunda temporada al mando de Nuno. Nicolás Otamendi, uno de los líderes del equipo que habían devuelto al Valencia CF a Europa, había anunciado su intención de abondonar Valencia ante un suculento interés del Manchester City. Además, Nuno quiso asumir más poder en la esfera del club y se prescindió de Rufete dentro del organigrama del club. La AS Roma, liderada nuevamente por Totti, resultó ser el detonante para el maslestar del aficionado quien desató con diversas pitadas a lo largo del choque, las cuales servirían de precedente en una temporada para el olvido. Los 39 años de Totti pasaron en vano después de culminar una actuación al nivel de una joven promesa.