Las cinco características del Valencia de Marcelino
Cuatro días de trabajo han sido suficientes para que el nuevo entrenador del Valencia CF empiece a mostrar sus cartas y comience a desarrollar la idea de fútbol que quiere para su equipo. Aunque es pronto para hacer análisis demasiado sesudos, el nuevo Valencia tiene una serie de características definitorias que 'amenazan' con convertirse en señas de identidad para toda la temporada.
El 4-4-2 parece innegociable
El dibujo es un 1-4-4-2 clásico. Con dos líneas marcadas para defender que pasan a ser 1-4-2-4 cuando el equipo se vuelca en ataque. El doble pivote es el cerebro de un equipo y, por tanto,
Presión adelantada y salida con velocidad
El equipo presiona en bloque y presiona al rival en su campo. La prioridad es no encajar goles, cortar la sangría de la temporada pasada y eso pasa por defender. Ante el Lausanne, a pesar de que los suizos estaban mucho más rodados, los hombres de Marcelino concedieron muy pocas ocasiones.
Los extremos se convierten en interiores para dejar paso a los laterales
Es quizá una de las características que más se pudieron apreciar tras el primer partido: el papel relevante de las bandas. Los interiores se repliegan hacia el interior permitiendo que los carrileros suban. Álex Centelles o Toni Lato lo entendieron a la perfección y lo realizaron a las mil maravillas. (Así llegó el primer gol). Pero los interiores también juegan. Y sino que se lo digan a Nando García, que en la segunda mitad destrozó a los suizos por su banda con la ayuda de Nacho Vidal y Montoya.
Actitud: no se puede bajar los brazos.
Marcelino destacó al final del partido la actitud de los futbolistas tras el primer partido. En el planteamiento futbolístico del cuerpo técnico del Valencia no cabe ningún jugador que no sea sacrificado. Desde los puntas, se dejaron la piel, hasta la intensidad de los centrales, todos los jugadores pelean cada balón como si fuera el último.
Equilibrio tras ataque y tras defensa
El técnico se 'quejaba', por decir algo, después del partido contra el Lausanne porque a su equipo todavía tiene dificultades para empezar a jugar tras defender una acción. Y es que, Marcelino, que reconocía que aún les pesan las piernas, desea que su bloque esté equilibrado en todos los aspectos: rocoso en defensa, pero también ágil a la hora de salir.