El presidente del Valencia CF, Anil Murthy, con motivo de sus 100 día en el cargo, ha concedido una entrevista a la Agencia EFE en la que repasa diversos asuntos de la actualidad del club blanquinegro en este momento en el que se encuentra inmerso en un proceso de cambio constante. La transformación más importante, sin lugar a dudas, es la que se ha alcanzado en la parcela deportiva. Revertir la mala situación de los dos últimos años en apenas un verano no es nada sencillo, sin embargo, el Valencia CF lo ha conseguido gracias al trabajo de Mateo Alemany y Marcelino. Ese es el gran acierto de Anil Murthy en su cargo de máximo dirigente valencianista. La clave es haber confiado ciegamente en el director general y posteriormente en el técnico.
"Mientras yo descansaba, Marcelino se pasó las catorce horas del vuelo a Singapur viendo vídeos y haciendo listas de jugadores"La reciente salida de José Ramón Alesanco del club no ha hecho más que arrojar luz sobre aquello que se hizo evidente a lo largo del verano y es que el vasco quedó fuera de la estructura de consenso para los fichajes pues existía una "intersección de funciones entre él y Mateo Alemany" tal y como explicó el director general hace algunos días. La ecuación era sencilla, el club trabajaba, gestionaba, negociaba y proponía nombres al entrenador y este decidía si podían encajar en su equipo. Así explica Murthy el proceso minucioso y exhaustivo que lleva a cabo para elegir a sus futbolistas. "Mientras yo descansaba, Marcelino se pasó las catorce horas del vuelo a Singapur viendo vídeos y haciendo listas de jugadores. Luego he comprobado cómo antes de aceptar a un jugador, vuelve a ver vídeos, habla con gente que le conoce y, solo a continuación de todo eso, el futbolista entra en el vestuario del Valencia", explicó.
"Hablamos de personas, no solo de futbolistas con capacidades en el juego y eso es algo que depende de los profesionales. El club tiene que contratar a esos buenos profesionales y luego son ellos los que deben hacer su trabajo", agregó.
Esa autoridad y capacidad de decisión se la ha ganado Marcelino con su trabajo a lo largo de muchos años. Un discurso que engancha y convence a todos, también a sus jugadores que han acatado con naturalidad todas las exigencias impuestas por el técnico que busca el máximo rendimiento:"Ha habido un cambio total, los jugadores lo han aceptado perfectamente y el cambio físico y el rendimiento se han notado. El míster manda y el jugador acepta porque hay sintonía en el vestuario", agregó Murthy.