La Fiscalía sostiene que los tres acordaron secuestrar a Soriano en marzo de 2014 para que saldase su deuda con Soler (por la compraventa de las acciones del club) y para ello contaron con Rachid Behdaoui, confidente de la Policía y actualmente huido de la justicia. La idea era introducirlo en una furgoneta y trasladarlo a una planta baja de Alfafar para luego llevárselo al extranjero. Behdaoui contó a la policía los hechos y, tras unos seguimientos y grabaciones, se registraron detenciones.
Soler ha negado estos extremos. Ha explicado durante el juicio que mantuvo "contactos" con distintas personas para gestionar la venta de la deuda que tenía con Soriano por venta de acciones del club --el Tribunal Supremo la cifró en 39 millones de euros-- y, entre ellos, apareció Rachid. Ha indicado que en esas entrevistas distribuía un dossier con documentación oficial, sentencias y otras noticias relevantes sobre la deuda con el objetivo de que el comprador pudiera cobrar la deuda. En su primera reunión con Rachid, ha comentado que le dio esta información y éste le trasladó que viajaría a Francia porque conocía un fondo inversor que podría estar interesado en la compra.
En una segunda reunión le puso inconvenientes y, además, le pidió dinero por los gastos que le había ocasionado esta negociación. Soler ha afirmado que no le gustó esta actitud y más tarde se enteraron de que se trataba de un "tío peligroso", con lo que quiso alejarse de él, "abortar la operación".
En uno de esos encuentros también le hizo "otras propuestas" para saldar la deuda, y cuando confesó Rachid los hechos en la Policía, luego le pidió 300.000 euros por cambiar su versión, según ha comentado. Preguntado por qué no acudió a la Policía a denunciar el chantaje de Rachid y sus amenazas, Soler ha manifestado que se ha arrepentido de no haberlo hecho.
Así mismo, se le ha interpelado por una grabación que aporta Rachid a la Policía en la que se le escucha preguntar a Rachid "¿Cuándo lo vas a hacer?", y éste le comenta: "pero es que el trabajo no lo hago yo, ¿sabes? No lo hago yo, yo no soy tan tonto, lo hará la gente, los colombianos y yo... estaré donde tengo que estar, en mis cositas..." A ello, Soler le indica: "¿Lo de la casa también lo hacen los colombianos?", y Rachid responde: "no, el trabajo lo hace el otro equipo y ya está, ¿de acuerdo?".
Al respecto, Soler se ha defendido y ha alegado que cuando mantuvo esta conversación con Rachid estaba muy nervioso y temeroso por la situación que estaba viviendo y ha apostillado: "Dije que sí a todo porque quería salir de allí".
También ha prestado declaración un agente de Policía que investigó los hechos, quien ha afirmado que no recordaba muchas cosas y que tampoco se había podido releer el atestado. Ha indicado que fue Rachid quien contactó con ellos y les expuso el plan de secuestro ideado por Soler. En un encuentro les trasladó información y seguimientos, con lo que le dieron credibilidad. A cambio de la colaboración, Rachid les pidió ayuda en otras causas judiciales que tenía abiertas, y desde la Policía se le contestó que se estudiaría, pero no prometieron nada.
Así, dentro del operativo montado, le siguieron hasta un encuentro que mantuvo con otras personas de nacionalidad colombiana --presuntas autoras del futuro secuestro--, aunque a éstas no las identificaron. En otra reunión con Soler le facilitaron una grabadora y éste se encargó de darle al botón para el comienzo y para el final. "Llegamos a pensar que fuera todo un invento de Rachid. Si no llega a ser por la grabación y las vigilancias...".
Preguntado en concreto por la grabación, ha manifestado que "cree" que se hizo íntegra: "En principio la idea era que fuese íntegra", ha dicho. E interpelado por si comprobaron que el tiempo de la reunión coincidiera con el de grabación, ha señalado: "Creo que sí".