La vida sigue igual para Ayestarán

Situación verdaderamente complicada para Pako Ayestarán, otra vez. El vasco fue el elegido para reflotar a la UD Las Palmas pero, por el momento, no ha hecho más que liderar la nave canaria en su caída en picado sin frenos. Ayestarán ya encadena cuatro jornadas consecutivas perdiendo y no conoce la victoria en la competición liguera desde que se hiciera cargo del banquillo hace poco más de un mes. Sólo un triunfo en Copa ilumina su palmarés insular. 

Esos guarismos nefastos son los que precipitaron su salida del Valencia CF al inicio de la temporada pasada. Cuatro partidos seguidos mordiendo el polvo y ofreciendo sensaciones muy pobres son una losa demasiado pesada. Al cuerpo técnico del vasco le salva la aparición de la Copa del Rey en la que consiguieron estrenarse con triunfo y goleada incluida ante el Deportivo de la Coruña. 
Precisamente ante los gallegos, Las Palmas volvió a la senda de la derrota este lunes. Fue en casa y desaprovechando la ventaja en el marcador que le concedió el tanto inicial del Remy. Posteriormente, Celso Borges, con dos cabezazos, y Lucas Pérez desde el punto de penalti pusieron el 1-3 definitivo que se cobraba la venganza de la Copa y ponía una muesca más en una estadística devastadora para el técnico vasco. Ayestarán encadena 11 partidos seguidos en la Liga española perdiendo, siete de ellos con el Valencia CF a los que se suman los últimos cuatro con Las Palmas. 
Cuestionado y criticado, equipo y cuerpo técnico se llevaron una buena pitada por parte de una hinchada desesperada y que no encuentra la forma de que su equipo levante cabeza. 

Pide disculpas

Tras la finalización del encuentro Pako quiso pedir disculpas a la afición, "pedir disculpas por el resultado, pero seguiremos trabajando. Entiendo que la afición nos pite, llevan semanas de frustración". Fiel a su estilo se muestra optimista y espera poder sacar rendimiento a la escuadra canaria:"la receta es estar todos convencidos de lo que hacemos y trabajar mucho", sentenció un Pako Ayestarán que vuelve a acercarse peligrosamente al abismo.