El enroque de Marcelino para romper al Leganés
El Valencia CF logró ante el CD Leganés un triunfo que tuvo la firma de Marcelino García Toral. A pesar de que el entrenador asturiano acostumbra a entregar todo el mérito de las victorias a los jugadores, su impronta quedó más marcada que nunca en el 3-0 cosechado en Mestalla contra el conjunto pepinero. Marcelino supo cambiar la dinámica del partido con un enroque propio del ajedrez para romper a un CD Leganés que supo maniatar al Valencia CF a lo largo de todo el primer tiempo.
"Mi importancia en la victoria de hoy es del 1%. El 99% es de los jugadores", declaró Marcelino García Toral después de que el Valencia CF venciera al Deportivo Alavés en Mendizorroza. El asturiano hubiera repartido el porcentaje de responsabilidad exactamente igual tras el triunfo ante el CD Leganés, aunque sería todavía más erróneo. Y es que los tres puntos logrados este sábado en Mestalla tienen la firma del técnico asturiano, quien supo modificar el guión del partido desde el banquillo. Le bastaron un par de retoques para pasar del plan A al plan B y romper el impermeable sistema defensivo del CD Leganés.
Marcelino García Toral acostumbra a desplegar sobre el césped un Valencia CF que se dispone en un esquema 4-4-2 que gira alrededor de Kondogbia y Parejo. Los dos mediocentros se complementan tanto en ataque como en defensa, mientras que Carlos Soler y Rodrigo se asocian constantemente con ambos para compensar la habitual inferioridad numérica por dentro.
En su interminable búsqueda del equilibrio, el asturiano sitúa de inicio a Kondogbia en el perfil izquierdo. El francés es más defensivo que Parejo y compensa la vocación atacante de Gayà y Guedes. El de Coslada, más ofensivo que el galo, ocupa el perfil diestro, combinando con Montoya y Soler, que aportan mayor sacrificio defensivo. Así, Marcelino construye un equilibrio que aporta estabilidad al Valencia CF, cómo se puede ver en la imagen.
Sin embargo, se vio obligado a romperlo para doblegar a un CD Leganés que construyó en Mestalla un sistema defensivo de hormigón armado. El Valencia CF se adelantó con un gol a balón parado de Parejo, pero tuvo problemas para encontrar fisuras en la defensa visitante. Los de Mestalla acumularon una posesión improductiva. Tenían mucho más el balón, pero eso no se traducía en ocasiones de gol. El CD Leganés, por su parte, era mucho más concreto y salió con peligro a la contra.
Para cambiar la dinámica del partido, Marcelino enrocó las posiciones de Dani Parejo y Kondogbia desde el principio del segundo tiempo. Así se rompió el equilibrio, pero el Valencia CF se convirtió en un equipo más profundo. Situado en el perfil izquierdo, Parejo encontró con más facilidad a Rodrigo Moreno. El hispano brasileño se descolgaba por la zona del diez para entrar en juego, mientras que Guedes pisaba más el área y Gayá aparecía más en ataque. De este modo, el Valencia CF logró tener más presencia ofensiva y empezar a desarticular una defensa del Leganés que se había mostrado invulnerable durante el primer tiempo.
Además, Marcelino García Toral también estuvo acertado con los cambios. Primero retiró a Carlos Soler para dar entrada a Andreas Pereira y el brasileño puso el centro que Rodrigo transformó en el segundo gol del Valencia CF. Posteriormente, quitó a Simone Zaza para poner a Santi Mina y el gallego provocó el penalti que él mismo se encargó de convertir en el 3-0. En definitiva, Marcelino cambió la cara al partido con sus movimientos tácticos y lo remató con los cambios. La victoria de este sábado lleva su firma.