El presidente más laureado en la historia del Valencia CF, Jaime Ortí Ruiz, ha fallecido hoy en el IVO de Valencia a los 70 años de edad tras una larga enfermedad que lo tenía apartado de la vida pública en los últimos meses. El mandatario más querido y uno de los más laureados en la historia de la entidad deja tras de sí un vacío en el corazón de los aficionados valencianistas difícilmente reparable.
Jaume Ortí se hizo cargo de la entidad en julio de 2001, cuando era vicepresidente del Valencia, tras sustituir a Pedro Cortés, presidente hasta entonces y que abandonó el club tras la venta de Mendieta al Lazio. El conjunto de Mestalla era subcampeón de Europa y estaba en el albur de comenzar la época más gloriosa de su historia.
En tres campañas completas y dos meses de la cuarta, -cuando Juan Soler, máximo accionista de la entidad decidió sustituirlo- Jaume Ortí puede presumir de haber alzado los trofeos de las Ligas de 2001-02 y 2003-2004, además de la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa de 2004, año por lo que el Valencia fue nombrado mejor club del mundo. Sus logros están al alcance de muy pocos. Sólo Luis Casanova, que logró tres Ligas y tres Copas entre la década de los 40 y 50 pueden hacer sombra a la presidencia de Jaime Ortí, un directivo que llevó al club al punto más álgido de su historia.
Jaume Ortí llegó al consejo de administración del club en 1994 junto a Francisco Roig, que accedió a la dirección de la entidad en marzo de aquel año. Tras una etapa alejado del Valencia, regresó al club y cuando Roig dimitió, vivió de cerca el acceso de Pedro Cortés a la dirección de la entidad en diciembre de 1997. Junto al también fallecido Jesús Barrachina, siempre fue candidato a presidir el club porque era portavoz y vicepresidente. Cuatro años después, en 2001, la renuncia de Cortés, cuando él ya era el segundo de a bordo, le permitió acceder a la presidencia y empezar la mejor época del club.
Encabezó la candidatura que terminó derrotando a Paco Roig en las elecciones a la presidencia de 2003 con el apoyo de la familia Soler, que terminaría forzando su dimisión el 5 de octubre de 2004.
Tras dimitir, Jaume Ortí fue un contertulio habitual de los medios de comunicación e, incluso, estuvo a punto de regresar al Valencia de la mano de Meriton Holdings para convertirse en la persona de enlace entre Peter Lim y la afición. Aquello se truncó, pero nunca dejó de amar a su Valencia y luchar por él.