El Valencia CF perdió en Mestalla ante el Real Madrid por 1-4. Los de Marcelino García Toral recibieron demasiado castigo para los méritos de ambos conjuntos y pagaron caro el cansancio de la Copa y, sobre todo, los dos penaltis cometidos en la primera mitad por Montoya y que permitieron a los blancos irse al descanso con ventaja. En la segunda mitad el equipo mejoró, acortó distancias gracias al gol de Mina pero, cuando estaba volcado en busca del empate, el Real Madrid se sacó dos chispazos gracias a Marcelo y Kroos que sentenciaron el duelo. El Valencia sigue tercero pero la distancia con los perseguidores se reduce.
El ambientazo de gala vivido en Mestalla, cuyos alrededores estaban llenos desde dos horas antes del comienzo, debía llevar en volandas al equipo. Marcelino salió con todo.... lo que tenía. Esto es, con Coquelin en el centro de la zaga y el doble lateral que tan bien le funcionó en el Bernabéu. El once inicial, a pesar del cansancio de la Copa, no escondía demasiadas rotaciones. Formaron. Neto, Montoya, Coquelin, Garay, Lato, Kondogbia, Parejo, Guedes, Gayà, Rodrigo y Mina.
El Valencia salió mejor plantado, pero la primera ocasión clara fue para el Madrid. Una falta de entendimiento entre Garay y Neto, que chocaron al sacar un balón por alto, dejó el balón muerto para que Bale rematara a placer. Por fortuna, el meta, que dejó noqueado al único central del equipo, se rehizo para despejarla a córner. La respuesta fue un zurdazo de Rodrigo que salió a un metro de la escuadra de Navas.
El Valencia dominaba, pero en un córner mal resuelto, el equipo iba a recibir de su propia medicina. Cristiano salió enfurecido a la contra, tras apoyarse con Marcelo y Benzema, entró en el área dónde Montoya lo cazó. Penalti claro y gol del propio CR7. Se ponía cuesta arriba el partido al cuarto de hora.
Estrada desesperó al respetable desde el principio pitando a favor cada caída blanca y pasando por alto las valencianistas. La defensa adelantada del Madrid se le atragantó al Valencia, que le costaba crear. Kondogbia, con dos recortes magistrales y un disparo con toda la intención del mundo forzó la palomita de Navas.
Minutos después tendría el empate. Córner sacado por Parejo, Garay la cede atrás y Kondogbia, con Navas batido, no acertó a rematar bien con la derecha.
Cuando mejor estaba el Valencia, Estrada volvió a picar en una caída del Madrid, esta vez de Benzema, empujado por Montoya dentro del área. El catalán no dudó y pitó penalti. De nuevo Cristiano Ronaldo marcaba desde los 11 metros. "Así gana el Madrid" gritaba Mestalla.
Parejo le afeaba el enésimo piscinazo a CR7 y el público se enardecía, y más cuando el propio Parejo se caía en el área, tras un leve contacto (que solo pitarían al Madrid) de Casemiro, o cuando no quería Estrada que el Valencia sacara el córner con el que se fueron al descanso.
Guedes, irregular y con molestias, se quedó en el banquillo para que volviera a jugar 50 días después Carlos Soler, quien a la primera de cambio dio un pase marca de la casa para Mina. El gallego cayó en el área tapado por Casemiro. Nada vio el colegiado, como también, con cachondeo, se hizo el loco cuando Cristiano cayó en el área tras un contacto con Montoya. El público reía y el Valencia lo intentaba por la izquierda con el doble lateral Gayà-Lato.
Al final llegó el premio. Córner botado por Parejo que Mina cabecea impecable a la red. Marcelino enloquecía. El milagro era posible. Carlos Soler por su banda desarbolaba al Madrid. Ahora carrera, ahora centro, después pared a Parejo que en el 65 estuvo a punto de marcar el empate. El Valencia se gustaba y se hacía merecedor de la igualada. El tiro de Rodrigo se iba fuera por poco.
Rodrigo y Lato, fundidos, y que en el caso del punta no estaba jugando su mejor partido, dejaron el puesto a Zaza y Andreas. Mestalla enloquecía con el italiano.
Sin embargo, a la contra, en una jugada trenzada de Asensio y Marcelo en la que se fueron de tres valencianistas, el brasileño se quedó solo ante Neto y lo batió por bajo. El 1-3 apagó Mestalla, que ni tan siquiera se inmutó cuando en el 85 Zaza pudo recortar distancias. Estrada entendió que se la llevó con la mano. Igualmente había fallado. El partido estaba tan roto que el Madrid se gustó, en una de las pocas jugadas trenzadas que hizo, Marcelo se la cedió a Asensio, este de tacón a Kroos que, desde fuera del área, estableció el definitivo y doloroso 1-4, que estrecha la clasificación.
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