Los caminos del Valencia CF y Munuera Montero vuelven a cruzarse. El colegiado andaluz será el encargado de impartir justicia este próximo sábado en Mestalla en el choque entre los de Marcelino García Toral y el Deportivo Alavés.
El Valencia CF no guarda un grato recuerdo de la última vez que Munuera Montero pitó al conjunto valencianista. Este colegiado expulsó a Gabriel Paulista y Ruben Vezo la última vez que el equipo blanquienegro pisó el césped del estadio Gran Canaria. Si bien la expulsión del brasileño en apenas 30 segundos por doble amarilla fue merecida a pulso por una irresponsabilidad del central, la de Vezo fue absolutamente injusta ya que vio la segunda amarilla en una acción en la el colegiado interpretó erróneamente un supuesto codazo del portugués que nunca se produjo.
En aquella ocasión el Valencia CF cayó derrotado por 2-1 a manos de Las Palmas y más allá de esas dos expulsiones y de un penalti pitado, lo que soliviantó al Valencia CF fue el doble rasero de Munuera Montero en la gestión de las tarjetas amarillas.
Marcelino no tuvo ningún problema en confesar que "se sentía vigilado" por los árbitros en la previa del partido. Sus palabras acerca del trato arbitral que estaba recibiendo el Valencia CF durante aquellas primeras semanas de enero funcionaron a modo de catalizar y pasaron factura al Valencia CF que fue visto con 'otros ojos'.
En ese partido el Valencia CF recibió nueve amarillas, sufrió dos expulsiones y tuvo un penalti en contra, mientras que la UD Las Palmas solo vio dos cartulinas. El vestuario Valencia CF acabó molesto con el arbitraje que realizó Munuera Montero. Un enfado lógico porque el colegiado no tuvo la misma vara de medir para mostrar cartulinas amarillas. El conjunto local cometió 20 faltas, mientras que los de Mestalla hicieron 14. Un dato revelador que deja claro la disparidad de criterios en la toma de decisiones por parte del colegiado andaluz.
No todos son malos recuerdos para el Valencia CF con Munuera Montero. El árbitro señaló un penalti cometido sobre Nacho Gil que permitió al Valencia CF llevarse los tres puntos en el partido ante el Celta el pasado 9 de diciembre. Los gallegos consideraron que aquella decisión fue muy rigurosa y se sintieron perjudicados por el árbitro contra el que clamaron debido a su indignación.