El Valencia cumple 99 años mientras recupera sus constantes vitales
El Valencia CF cumple 99 años entre los grandes de fútbol español, con la clasificación para la Champions League casi en el bolsillo y acercándose a la estabilidad económica y social. El club, después de comenzar el siglo XXI de forma mágica y triunfal, se sumió en una profunda depresión económica, social y deportiva de la que ahora parece que empieza tímidamente a despertar. Al albur del centenario, parece que Peter Lim y Meriton empiezan a tomar el pulso a la situación. ElDesmarque analiza cómo llega el club a su 99 cumpleaños.
Económicamente tocado, pero no hunido
El Valencia a nivel económico llega a su 99 cumpleaños -a grosso modo- las mismas deudas que antes de que lo comprara Peter Lim en 2014. Si bien es cierto, el club ha ganado en margen de maniobra pues detrás de sus balances hay un multimillonario singapurés que ya realizó una ampliación de capital por valor de 100 millones de euros para que los pilares básicos de la entidad no se tambalearan cada vez que aparece una contingencia en el camino de la entidad. Salvarlo del concurso de acreedores y mantener la puerta abierta ha sido la mejor aportación de un magnate que manejará las riendas del Valencia CF en su próximo centenario.
Deportivamente está de regreso a su lugar natural
Si a nivel económico aún le queda mucho al Valencia para celebrar su tranquilidad, no es menos real que a nivel deportivo el Valencia llega a su 99 cumpleaños reverdeciendo los viejos laureles. El equipo caminó con paso firme en Copa del Rey hasta que el todopoderoso Barcelona lo doblegó y en Liga transita en una cómoda cuarta posición, a mucha distancia del quinto y, por tanto, con la mente puesta en celebrar su centenario en la Champions. La llegada de Mateo Alemany a las oficinas y de Marcelino García Toral al césped ha sido definitiva para que el club emprenda el camino de regreso a Europa, el lugar de dónde nunca debió salir.
Pendiente del Nuevo Mestalla
Las guerras sociales entre accionistas en los primeros años del siglo XXI y la falta de empatía de Layhoon Chan, la primera presidenta que Meriton designó cuando compró el club, han dado paso a un Valencia presidido por Anil Murthy, la cara más amable de la empresa singapuresa que ha sabido, gracias a sus aciertos deportivos y su interés por imbricarse en la sociedad, acercar el dueño asiático al aficionado valencianista. Afrontar la construcción del Nuevo Estadio y hacer frente a las contingencias que tiene por delante como son Bruselas y Porxinos, ayudarán aún más a acercar a Peter Lim a la sociedad que da cobijo a su club.
Así pues, el Valencia alcanza sus 99 años de vida, con un club que goza de buena salud deportiva, que económicamente está estable pero no recuperado, y con el gran reto de cambiarse de estadio en el futuro. No será para el centenario, pero el proyecto no puede demorarse ad eternum.