El Valencia CF ha cambiado el plan de actuación en el próximo mercado de fichajes. La intención inicial del club de Mestalla era actuar con rapidez y tener la confección de plantilla de la temporada 2018-2019 muy adelantada antes de que arrancara el Mundial de Rusia 2018, repitiendo el mismo patrón que se siguió en enero con las llegadas de Vietto y Coquelin en las primeras semanas de 2018. Sin embargo, el mercado no está respondiendo, lo que obliga al Valencia CF a actuar con paciencia.
Desde la llegada de Pablo Longoria, el Valencia CF ha trabajado con previsión y ya tiene los deberes hechos: sabe las posiciones que quiere reforzar y el perfil de jugadores que busca. Tras la 'Cumbre de las Arenas', Peter Lim dio el visto bueno al trabajo realizado en los despachos y se definió el dinero que se puede invertir para mejorar la plantilla. Con todo esto, el Valencia CF afrontaba el mercado dispuesto a ser madrugador, pero, según confirman fuentes del club a ElDesmarque Valencia, esto parece complicado.
Y es que el mercado está parado. De hecho, técnicamente el mercado ni siquiera ha empezado, pero el Valencia CF esperaba que a estas alturas pudiera tener operaciones adelantadas que pudieran cristalizar incluso a final de mayo y no está siendo así. El resto de clubes, muchos de ellos todavía con mucho en juego en el tramo final de sus respectivas competiciones, se mantienen expectantes.
Además, este verano el mercado será distinto a lo habitual por varios factores. El primero es que a mitad de junio arranca el Mundial. Un torneo de esta magnitud siempre condiciona las operaciones entre clubes. Además, este verano habrá un escenario desconocido hasta el momento porque Italia e Inglaterra cerrarán sus respectivas ventanas de fichajes antes de lo habitual, lo que genera cierta incertidumbre.
En cualquiera caso, el panorama del mercado puede cambiar si se produjese una gran operación que provocara un efecto dominó.
Así pues, 'paciencia' es la palabra clave con la que el Valencia CF afronta este mercado de fichajes. Se presenta un escenario similar al del pasado verano, en el que Mateo Alemany repitió un mantra que fue sinónimo de éxito: "En el mercado de fichajes quien se pone nervioso, pierde".