Que el Valencia CF y el Deportivo de La Coruña no mantienen una buena relación deportiva no es algo que sorprenda a nadie. Desde hace ya más de 20 años estos dos grandes del fútbol nacional se han visto las caras en innumerables ocasiones, con duelos antológicos que han marcado el devenir de una relación complicada.
El penalti de Djukic
El 14 de Mayo de 1994 empezó todo. Ese día el Deportivo buscaba el que hubiera sido su primer titulo de Liga contra un Valencia que no se jugaba nada. En el minuto 90 el colegiado López Nieto decretó penalti a favor de los blanquiazules. Un gol le daba la victoria al Depor y con ello el título. Pero González, el portero del Valencia por aquel entonces, adivinó las intenciones de un Djukic que, para colmo, ya tenía pactado con el Valencia un acuerdo para jugar la temporada siguiente. Las lágrimas se adueñaron de Riazor en uno de los finales de Liga más dramáticos de la historia.
La final del agua
Un año después ambos equipos se verían las caras en la final de Copa disputada en el estadio Santiago Bernabeu. El partido tuvo que ser suspendido ante la incesante tromba de agua que cayó durante buena parte del encuentro. Restaban 11 minutos para la finalización del encuentro con marcador de 1-1. En la reanudación del partido tres días después, el Deportivo lograba marcar antes del pitido final vengándose de esta forma de lo sucedido un año antes.
Supercopa, descenso y sucesos varios
Una vez gestada la rivalidad, el destino volvió a juntar a ambos equipos en una final, esta vez de Supercopa de España. El Valencia acababa de conquistar la Liga después de 30 años y el Depor, con maracanazo incluído, había ganado la Copa del Rey contra el Real Madrid un año antes en el Bernabeu. El Deportivo se llevó el título tras dos fantásticos partidos en los que fue muy superior al Valencia.
En el 2011 el Deportivo de La Coruña tocaba fondo y volvía a Segunda división en un partido en el que el Valencia volvía a no jugarse nada y a ejercer de abogado del diablo para el equipo gallego. Años antes Villa marcaba uno de los goles más bonitos que recuerda el valencianismo con un chut desde 50 metros. El último gran suceso fue el monedazo en Mestalla a uno de los auxiliares de Megía Davila. Una rivalidad que da para mucho.