La nueva estructura deportiva del Valencia CF ha valorado distintos perfiles de jugadores para mejorar la plantilla. Una de las principales labores del nuevo director deportivo, Pablo Longoria, es la de captar a futbolistas extranjeros que en su inmensa mayoría son desconocidos para el público general. Desde el propio club no se descarta que vengan más futbolistas de ‘perfil bajo’ como el de Uros Racic. En los meses previos al comienzo del mercado de fichajes, el Valencia se interesó por la situación del mexicano Hirving Lozano. Un futbolista más contrastado a nivel europeo. Un perfil totalmente distinto al de Uros.
Pero desde el primer momento, el Valencia ya sabía que la operación de Hirving Lozano iba a ser más que complicada. El PSV Eindhoven ya pedía una cifra muy alta de dinero incluso antes de que comenzara el Mundial. Después del primer partido frente a Alemania, el valor del futbolista ha subido todavía más. Desde Holanda aseguran que el extremo de veintidós años tiene un precio que ronda los treinta millones de euros. Pero en el caso de venderlo, el conjunto holandés no tiene previsto hacerlo antes de que termine el Mundial.
El PSV tiene claro que tanto por él como por Santiago Arias pueden sacar un rédito económico elevado. El conjunto del Turia ha sopesado la situación de ambos futbolistas. Pero descartó al lateral colombiano porque no está dispuesto a pagar cerca de catorce millones de euros por ese futbolista. Por otra parte, si el Valencia no termina fichando a Guedes deberá apostar por un jugador potente en la zona de la banda.
Más allá del precio que exige el PSV, otro de los problemas del Valencia en el caso Hirving Lozano es la competencia. Varios medios de comunicación de México aseguran que el Barça ya se ha puesto en marcha para formar al futbolista de cara a la próxima campaña. El conjunto catalán sería el mejor colocado pero no el único. Una competencia feroz para un Valencia que no tiene el poderío económico suficiente para entrar en una puja.