El Valencia CF tiene overbooking de mediocentros en plantilla. Entre fichajes, cesiones que vuelven y futbolistas que suben, a Marcelino García Toral se le presenta un dilema para la pretemporada 2018-19 que deberá resolver descartando futbolistas.
Así, a día de hoy, el Valencia tiene en plantilla o en el entorno del primer equipo hasta nueve jugadores que pueden desempeñar esa función y que se dividen en tres bloques: intocables, los que se la juegan y los futuribles.
En plantilla el Valencia acabó la temporada 2017-18 con cuatro futbolistas que son intocables para Marcelino. Se trata de Geoffrey Kondogbia, cuya continuidad fue la primera decisión de mercado que tomó el Valencia, Dani Parejo, Francis Coquelin y Carlos Soler.
Para completar esa nómina en el equipo estuvo el serbio Nemanja Maksimovic, que se quedó en el equipo y que apenas tuvo minutos durante la campaña; y salió cedido Álvaro Medrán con destino al Alavés, dónde tampoco brilló. Ellos dos se la juegan, por edad y temporadas en el club, esta campaña deben acertar en sus decisiones que, salvo sorpresa, será salir en busca de minutos para poder formarse.
La aparición en escena de Uros Racic, un mediocentro de similares características que los anteriormente nombrados, tampoco facilita demasiado las vidas de los Medrán y Maksimovic que, antes de la llegada del serbio sabían que tenían en el joven Gonzalo Villar un competidor de muchos quilates. El joven mediocentro del filial ya ha debutado con el primer equipo y está a punto de ampliar su continuidad con el Valencia. Villar acabó siendo indiscutible en el filial y apunta a la pretemporada.
El último en discordia es Eugeni Valderrama. Al mediocentro catalán lo quieren la práctica totalidad de equipos de Segunda a pesar de que en el Cádiz, dónde acabó cedido tras ir primero al Lorca, no ha tenido la continuidad deseada. Valderrama es un viejo conocido de Marcelino, que ya lo tuvo en pretemporada, y que es el noveno pasajero para un tren que tiene cinco plazas de las cuales cuatro están cubiertas.