Dicen que todo lo bueno se acaba, las vacaciones para Marcelino García Toral también. Aunque si se le pregunta al técnico asturiano, seguro deja claro que lo realmente bueno empieza ahora. Marcelino ya está al mando del equipo y ha vuelto a coger las riendas este martes por la tarde en el que ha sido el primer entrenamiento de la pretemporada para el Valencia CF.
Marcelino ha vuelto tal y como se marchó al final de la temporada pasada. Máxima intensidad. Cualquiera diría que es el primer día de trabajo.
El técnico ha podido contar con todos sus jugadores en la sesión vespertina de este martes, la primera de una 'infernal' semana plagada de intensas dobles y triples sesiones.
Pese a la dilatada trayectoria del técnico asturiano, esta pretemporada es diferente y más ilusionante que nunca. En el horizonte aparece la Liga de Campeones como gran reto para el club valencianista. En su época en el Villarreal estuvo a punto de debutar en una previa de Champions ante el Mónaco, sin embargo, las discrepancias con los gestores del club 'groguet' lo apearon del esa eliminatoria en el momento menos esperado. Ahora tiene la oportunidad de quitarse esa espina clavada y resarcirse en la máxima competición continental. Ya lo dejó claro hace algunos meses cuando el equipo estaba muy cerca de la Champions: "Si nos metemos en Champions, esperemos que no me echen en agosto", bromeó el técnico.
Precisamente, la presencia de la Liga de Campeones hace que el Valencia CF afronte una temporada en la que la exigencia será mucho más alta que en la anterior. Si hay algo que se le puede echar en cara a la pasada temporada del Valencia CF fue que el equipo se cayó físicamente durante las semanas en las que alternó la Liga y la Copa del Rey. Esa misa situación se prolongará de manera continuada esta próxima temporada con la Champions de por medio. Marcelino debe encontrar la fórmula para que el equipo mantenga el tipo alternando tres competición de máxima exigencia.