El exjugador gallego Ángel Iglesias, 'Machicha', que militó en el Valencia en la temporada 68-69, ha fallecido a los 75 años, según informaron fuentes federativas y confirmó la Asociación de Futbolistas del Valencia CF a través de sus redes sociales.
El futbolista, nacido en Vigo (Pontevedra) llegó al club de Mestalla procedente del Compostela y tras su paso por el equipo valenciano jugó en el Granada, Betis, Cádiz y Burgos.
Durante la campaña que pasó en Valencia, Machicha disputó diez encuentros oficiales, nueve de Liga y uno de Copa, en los que consiguió un gol. Un bagaje muy escaso para un ariete como él.
En Coruña le diagnosticaron unos ganglios tuberculosos y le dijeron que tenía que retirarse, lo que le llevó a estar dos años inactivo, pero volvió.
En edad de niño había jugado en las categorías inferiores del Celta y después en el Club Marín, el Alondras y pasó al Deportivo. Allí le diagnosticaron unos ganglios tuberculosos y le dijeron que tenía que retirarse, lo que le llevó a estar dos años inactivo. Lo atendió un doctor que era presidente del Compostela y como agradecimiento fichó allí en Tercera tras confirmarse que la dolencia venía como consecuencia del crecimiento. De allí pasó al Valencia y, más tarde, al Granada.
Nuestro más sincero pésame y nuestras condolencias a la familia y amigos del que fuera jugador del @valenciacf en la campaña 68-69, Ángel Iglesias Domínguez 'Machicha', fallecido hoy a la edad de 75 años. #siemprenelrecuerdo #DEP ⚪️⚫️? pic.twitter.com/ggvrtrMsAP
— Futbolistas Valencia ? (@FutbolistasVCF) 24 de octubre de 2018
Sin embargo, donde sí hizo carrera fue en el Cádiz. El gallego jugó tres temporadas en el Cádiz y dejó un gran recuerdo. Y eso que, según él mismo decía a Juan Antonio Lebrero, componente del área de historia del Cádiz, había llegado llorando y se había marchado llorando. "Decía eso porque había logrado el ascenso a Primera en el Betis, donde estaba cedido por el Granada, y quería seguir allí. Pero el Granada lo mandó al Cádiz, a donde llegó un poco a regañadientes, aunque después fue muy feliz. Por eso llegó sin muchas ganas y también se marchó antes de lo que habría querido porque en su tercera temporada las cosas no le salieron tan bien".
"Era un nueve nato goleador, un jugador de área, en aquellos tiempos en los que las posiciones eran más fijas", añade Lebrero.