La afición del Valencia CF ha dicho basta. Su equipo no gana en Metalla -cinco empates y una derrota- y se ha olvidado de marcar goles. A la afición ya no le vale ni el VAR, ni la mala suerte, ni el sumsum corda. El equipo no vence, pero es que ahora ni empata, aunque ante el Girona mereció gana. Por eso, desde tres minutos antes del final, la afición presente en Mestalla empezó a pitar, a gritar y cantar.
"Hasta los huevos", "Esta camiseta no la merecéis", pitos y flamear de pañuelos despidieron al Valencia tras caer por 0-1 ante el Girona. El primer amago llegó no con el tanto catalán, sino con el primer cambio de Marcelino, uno de los señalados. Al público no le gustó nada que el técnico sentara a Carlos Soler aunque fuera para sacar a Batshuayi. Tampoco varió nada el panorama.
Con el paso de los minutos, los ánimos se fueron caldeando a medida que el Valencia no mejoraba sobre el terreno de juego. El Girona se defendía bien y paró los últimos arreones de un Valencia que, nervioso, intranquilo y noqueado, vio que la respuesta del banquillo fue hacer un doble cambio -Ferran y Gameiro- en el 83 a la desesperada.
El Girona se defendía bien y paró los últimos arreones de un Valencia que, nervioso e intranquilo, vio que la respuesta del banquillo fue hacer un doble cambio -Ferran y Gameiro- en el 83 a la desesperada.
Si el técnico tuvo lo suyo, también hubo para los jugadores, a los que durante el encuentro se les pidió que le echaran más testiculina, y acabaron criticándoles diciendo que "esta camiseta no la merecéis". La realidad sobre el campo es que el equipo debió obtener otro resultado ante el Girona, pero como llueve sobre mojado, la afición se ha hartado y pide cambios porque lo que ve no le gusta.
Antes del comienzo se vivió el momento más emotivo del choque, cuando los casi 40.000 espectadores que estaban en Mestalla guardaron un respetuoso minuto de silencio en memoria de Machicha, exjugador fallecido recientemente, y de Paco Ríus, aficionado, amante y protector de la cantera valencianista que nos dejó repentinamente el domingo pasado. Descansen en Paz.