La primera final de la temporada. Antes de tiempo, antes de lo previsto. Mucho antes de lo deseado, pero con los primeros fríos del otoño ya está aquí, en Mestalla. Esta tarde a partir de las 18.55 horas. El Valencia-Young Boys es el partido que todo el mundo quiere jugar, pero que todo el mundo necesita ganar. El Valencia CF, por descontado, no puede hacer más cuentas: o vence, o no dependerá de sí mismo para estar en Champions y sufrirá para clasificarse para la Europa League.
Tan sencillo como duro. Tan duro como real. El Valencia tiene que ganar, por lo civil o por lo criminal, su primer partido en Mestalla en toda la temporada. Y lo debe hacer contra un rival que es peor sobre el papel pero que, en la última vez que se vieron las caras, supo plantarle cara en una segunda parte dolosa de los de Marcelino. Nadie, o pocos, hablan de destitución del técnico a estas alturas. Ente otras cosas porque, como sucedió ante el Girona y se perdió, el equipo no juega mal. Sus onces no demuestran ser peores que sus rivales, pero no ganan.
Tan sencillo como duro. Tan duro como real. El Valencia tiene que ganar, por lo civil o por lo criminal, su primer partido en Mestalla en toda la temporada.
La crisis de resultado ha impregnado de nerviosismo la grada, que le propinó la primera gran pitada de la temporada a Marcelino y al equipo en Mestalla contra el Girona. Con todo, se espera una tregua mientras dure el partido y siempre que el equipo responda sobre el campo, algo que, a priori, debería estar fuera de toda duda.
Para el partido, Marcelino recupera efectivos, y alineará un once de gala ante el equipo suizo. Neto es fijo en la puerta; en la zaga Wass ocuparía el puesto del lesionado Piccini, junto a Garay, Gabriel y Gayà. En la medular, con la ausencia de Parejo, que ha forzado para llegar al partido, son fijos Kondogbia, Carlos Soler y Guedes. O el capitán o Coquelin completarían un centro del campo que precederá a Rodrigo y Santi Mina.
Será un equipo, que el año pasado se paseó en LaLiga Santander y que es infinitamente superior a su rival suizo que, sin embargo, llega en racha tras sumar tres victorias consecutivas. Lo han ganado todo desde que se vieran las caras con los de Marcelino, pero su racha debe acabar este miércoles. De hecho, la historia dice que todo equipo helvético que visitó Mestalla salió derrotado, buen momento para hacer buena la estadística. Llega el frío y la primera final de la que sólo se puede salir ganador. Al otro lado está el abismo europeo y deportivo.