La Comisión Antiviolencia propuso en su reunión de este jueves una sanción de 10.000 euros para el Valencia por las deficientes medidas de seguridad adoptadas por el club con motivo de la celebración de un entrenamiento celebrado el pasado 1 de enero y al que tenían libre acceso los aficionados, donde se introdujo y se activó diverso material pirotécnico y, además, se produjo una invasión del terreno de juego por parte de un grupo de seguidores valencianistas.
Hay que recordar que e primer día del año el Valencia CF decidió abrir las puertas del entrenamiento para que sus aficionados pudieran empezar apoyando el equipo. La afición respondió, hubo colas desde hora y media antes y el estadio Antonio Puchades se quedó pequeño. Sin embargo, justo en el momento en el que los jugadores saltaban al campo, en la parte izquierda de la grada de enfrente de tribuna, un sector de aficionados encendieron varias bengalas para celebrar el comienzo del nuevo curso.
Antiviolencia propone la sanción por las bengalas encendidas en las gradas del Antonio Puchades de Paterna y la invasión posterior del campo
No contento con ello, la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que depende del Consejo Superior de Deportes, detectó que, al final del entrenamiento hubo invasión de campo multitudinaria a la caza de autógrafos y fotos con los jugadores, conductas estas que atentan contra la Ley del Deporte y el Convenio europeo sobre la violencia e irrupciones de espectadores con motivo de manifestaciones deportivas, y especialmente partidos de fútbol.
La sanción, por la cuantía demandada, tiene un carácter de grave o muy grave, tal y como establece la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte en su artículos 33 y 34.