Jeison Murillo aún no se ha estrenado con el FC Barcelona, club al que fue cedido en el mercado de invierno al no tener minutos en el Valencia CF, tiene claro que no quiere volver al conjunto de Mestalla y desea fervientemente que el equipo culé lo compre al final de la cesión. El precio de su libertad es de 25 millones, un traspaso que duplicaría lo que el Valencia pagó por él al Inter de Milán y que solventaría un problema latente ya que Marcelino no cuenta con él.
El futbolista lo sabe y, por eso, en una entrevista a los medios oficiales del FC Barcelona ha declarado que "Quiero trabajar día a día y demostrar por qué fui escogido para vestir esta camiseta, y dios quiera me pueda quedar aquí permanentemente", explicó. Y es que, no hay duda que el central colombiano ha encontrado su sitio en el mundo. "Cuando te dicen la noticia de que puedes venir al Barça sientes las mariposas de cuando uno se enamora. Empieza el cosquilleo, sientes que se está haciendo realidad un sueño"
Sobre su llegada al Valencia, Murillo ha explicado que "a nivel personal fue un paso importante. Quería estar de nuevo en Laliga española. Sabía lo que significaba el Valencia, la exigencia que hay en ese club. Para mí era un gran reto contando con la confianza del mister, que obviamente se le agradece. Fue un paso a nivel personal muy bueno".
"Para mí el Valencia era un gran reto contando con la confianza del mister, que obviamente se le agradece. Fue un paso a nivel personal muy bueno".
No hay que olvidar que, para cuadrar el presupuesto, el club tiene previsto vender jugadores por valor de 42 millones de euros. Norma habitual y ya advertida en el Valencia. Al tiempo reconoce que ha vendido jugadores en la campaña anterior obteniendo un beneficio de 30 millones. El traspaso de Murillo dejaría a mitad esa cifra que, si no hay Champions, se verá agravada.