Si hubo un jugador que cambió por completo el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey ese fue Kevin Gameiro. El delantero del Valencia, al que le recordaron su pasado sevillista desde la grada, asistió, marcó y fue un auténtico dolor de cabeza para la defensa del Betis.
Salió al campo en el minuto 58 en lugar de Santi Mina y lo revolucionó todo. Como se puede ver en el vídeo, estuvo en todas las jugadas peligrosas de la segunda mitad: el gol de Cheryshev, el remate de cabeza del ruso que se fue al larguero y logró el tanto que puso el empate a dos en el marcador.
Media hora de una actuación redonda que acerca al Valencia de Marcelino a la gran final del torneo del KO. ¡A disfrutar del francés!