Las Fallas no son una época de la que Francis Coquelin pueda guardar un buen recuerdo. En medio de las fiestas josefinas del año pasado, sus primeras fallas, el bravo mediocentro valencianista sufrió la lesión más grave de su carrera, una rotura del tendón de Aquiles que le apartó más de seis meses de los terrenos de juego. Por fortuna se ha quedado en un mal recuerdo pues ahora está en el mejor momento de su etapa como valencianista.
Fue un viernes, 16 de marzo, hace ahora justo doce meses. La mañana era soleada y el Valencia se preparaba para jugar contra el Alavés. Coquelin no llegó. Una ambulancia entró a toda velocidad en Paterna encendiendo todas las alarmas. Ese mismo día se confirmaban los peores presagios: El mediocentro francés padecía una rotura del tendón de Aquiles en su pierna derecha y al día siguiente el doctor Antonio Maestro, tal y como se decidió de forma inmediata, le operó con carácter de urgencia.
No volvería a entrenar con sus compañeros hasta el 24 de agosto. Fue un período triste para él y para el Valencia CF, que aunque se clasificó para la Champions, perdió a uno de sus jugadores revelación de la temporada.
El 23 de septiembre en el estadio de la Cerámica volvía a disfrutar de sus primeros minutos tras seis meses de baja. Tres días después, el 26 ante el Celta en Mestalla, recuperaba los galones de titular.