Santiago Cañizares será uno de los exjugadores del Valencia CF que este domingo estará en el partido de Leyendas del Centenario. El guardameta, sin embargo, ha explicado que no se vestirá de corto todo y ser uno de los jugadores convocados por Claudio Ranieri. Motivos psicológicos relacionados con el fútbol ha esgrimido uno de los mejores porteros de la historia del club.
No vestirse de corto no es óbice para que el meta rememore horas antes del encuentro las sensaciones que le produce volver a Mestalla. De hecho, desde el viejo coliseo valencianista repasa para VCFMedia buena parte de lo que fue, es y será el Valencia CF para él.
¿Qué recuerda de su aterrizaje en Valencia?
Llego al Valencia CF en el año 1998, estaba en el Real Madrid, era mi último año de contrato, con una oferta de renovación, pero tenía una edad, 28 años, donde me apetecía mucho disfrutar de mi carrera deportiva al cien por cien y no tenía la seguridad de que en el Real Madrid iba a ser titular. Pese a que la oferta de renovación era económicamente superior decido venirme a Valencia, Zubizarreta había comunicado que se marchaba un mes antes y entendí que quizá en el Valencia iba a poder desarrollar los mejores años de mi carrera siendo uno de los hombres importantes de un proyecto, siendo un jugador que busca la titularidad y no sabe si va a conseguir. Cambiar un poco de rol y ese es el motivo fundamental.
El suyo fue un gran fichaje
Para el VCF fue una operación fantástica, porque vine libre y no tuvo que pagar traspaso. Además, en ese momento era internacional, portero de la selección española. Imaginaros ahora que el VCF necesitara un jugador y que recurriera a un jugador en plenitud, 28 años, internacional y no costara nada. Creo que nos favorecimos mucho los dos de esta contratación.
Imaginaros ahora que el VCF necesitara un jugador y que recurriera a un jugador en plenitud, 28 años, internacional y no costara nada
¿Qué equipo se encontró a su llegada?
Cuando llego aquí me doy cuenta inmediatamente que he acertado viendo el equipo de trabajo que hay en el vestuario, primero lo que es la materia prima, el jugador, gente veterana que no tiene pereza por el entrenamiento, muy profesional, que arrastra por lo tanto a la gente un poco más joven. El entrenador en ese momento Claudio Ranieri, con muchas ganas de trabajar y un buen equipo técnico que le complementaba de alguna forma, y una estructura dentro del club con criterio. Hay un cambio de ciclo importante y se estaba haciendo contrataciones con cabeza no con dinero. Enseguida me di cuenta que había elegido un buen momento para venir al Valencia CF. Tuve esa fortuna.
¿Con qué objetivo llegó al Valencia CF?
Llegué con el objetivo de ganar algún título para el Valencia, porque desde fuera se veía que era un club grande, con una masa social extraordinaria, una ciudad encantadora para vivir, pero si repasabas un poco su historia, era el 98 en ese momento, en el 79 gana la Copa del Rey hace veinte años que no ha ganado una Copa, y hay que desplazarse hasta treinta años para ver la última Liga ¿Qué es lo que le faltaba al VCF? Ganar títulos. El objetivo que yo personalmente me pongo y, creo que todos los que estábamos dentro de ese grupo y que tenemos muy claro, es que el VCF tiene que ganar algún título para, de alguna forma, dar por cumplido el objetivo de la contratación de cada uno de los jugadores de la plantilla…
¿Cómo es Mestalla?
Mestalla es un campo donde se vive la pasión de una manera tremenda. El público, cuando llega al estadio, se hace unas expectativas que va a ver a su Valencia, ganar hoy, jugar bien y hacerlo extraordinariamente bien. Pero cuando no se cumple produce mucho nerviosismo y mucha crispación y cuando se cumple produce una tremenda alegría y satisfacción. ¿Qué es lo que le pueda pasar a un jugador en Mestalla? Que lo que ha hecho anteriormente se haya olvidado por completo y, si no está bien, sienta el enfado del público porque no cumple con las expectativas, pero también puede suceder que esté incluso por encima y haga un gran partido y reciba la mayor ovación que ha recibido en su vida… Yo siempre digo que a mí gusta jugar en Mestalla porque, primero, sé que hay una afición fiel que va a llenar el estadio, porque ¿qué sería salir al estadio y estuviera vacío o semivacío? Esa sería la crisis real al futbolista y que a nadie le importe que juegues o no juegues y ganes o pierdas. Y segundo, es un juicio popular donde si haces tus deberes no te preocupes que te van a pagar con la mayor ovación que has recibido en un campo de fútbol. Tu ego o satisfacción personal se va a ver altamente pagada si consigues cumplir con las expectativas con las que sales a un terreno de juego…
Mestalla es un campo donde se vive la pasión de una manera tremenda (...) Pero cuando no se cumple produce mucho nerviosismo y mucha crispación y cuando se cumple produce una tremenda alegría y satisfacción.
¿Qué supone formar parte de la historia del club?
Formar parte de la historia del Valencia CF en la historia más laureada del Club es algo con lo que diariamente convivo, porque la gente me lo recuerda en la calle, y al mismo tiempo lo disfruto en mi satisfacción interior… Hacer feliz a una persona es grato, hacer feliz a un grupo de personas es muy grato, pero hacer feliz a una ciudad entera solo está al alcance de los deportistas en este país. Entonces, cada vez que hemos ido a la plaza del Ayuntamiento, que hemos llevado un título a Mestalla y nos han recibido con el corazón abierto y agradecido toda la ciudad te podrás imaginar que esos recuerdos son imborrables…