Lo que no se vio pero sí se sintió en el partido de Leyendas
El partido para celebrar el Centenario del Valencia CF entre las leyendas valencianistas y las de la Selección Española dejó momentos para el recuerdo y la memoria colectiva del valencianismo que no olvidarán jamás los casi 40.000 aficionados que fueron a Mestalla y a los miles que lo siguieron por la televisión.
Lo que no se pudo sentir y vivir por la televisión fue el ambiente de la afición antes y durante el partido disputado en el feudo valencianista. La gente celebraba los 100 años del club riendo, gritando, animando, cantando y llorando de emoción.
No se pudo ver como el Lobo Carrasco hablaba durante varios minutos con el equipo arbitral del encuentro. Mientras el jugador más joven de la academia del Valencia CF metía un gol para el recuerdo, Carrasco ya comenzaba a jugar su particular partido con los colegiados.
Tampoco se pudo ver como el sentido abrazo entre Albelda y Cañizares, o cómo este miraba al cielo con lágrimas en los ojos después de haber decidido romper su palabra y volver a vestirse de corto.
Para el recuerdo queda que cada jugador del Valencia entraba a jugar con el dorsal que le hizo grande. Por este motivo había varios números repetidos en el conjunto blanquinegro, no era por falta de dorsales, era por homenajear su época dorada como jugadores del club centenario.
No se pudo apreciar desde la televisión, pero si desde el estadio como los miles de aficionados valencianistas hacían explotar sus globos a los 19 segundos del minuto 19 para realizar una creativa replica de la mascletà. Otra forma de celebrar durante el encuentro el Centenario valencianista.
Otra cosa que no se vio fueron los saludos entre los jugadores en el descanso, a pesar de ser rivales muchos eran amigos y algunos de los jugadores de la selección Española habían jugado para el club valenciano como era el caso de Romero, Otero, Milla, Engonga, Juan Carlos, Salva Ballesta, que se lesionó, Gerard López o Juanfran. etc.
Tampoco se vio como el grupo Bombai actuaba en directo durante el descanso en el césped de Mestalla, la canción elegida era la canción del Centenario "Eterno junto a ti".
Vicente se mete a la hinchada en el bolsillo
Una cosa que sí se vio fue el buen partido que hizo Vicente, siempre móvil y atento y poniendo muy buenos centros. Para muchos un jugador enorme que si no fuera por las lesiones hubiese hecho muy grandes cosas.
Para la anécdota queda la confusión al decir el nombre de Juan Sánchez al salir al campo y la baja de Rubén Baraja, al que un cólico le dejó en casa a última hora.
No se pudieron ver tampoco las continuas charlas de Albelda con el árbitro, como si no hubiera pasado el tiempo y se estuviera jugando tres puntos vitales en LaLiga o un pase a la final de la Champions, David no paro de correr, organizar y discutir con el colegiado.
Al final del encuentro lo que sí se vio fue a una afición rendida con el club que les ha hecho soñar durante 100 años y que seguro les hará soñar otros 100 años más. Las lágrimas de todos los presente se les cayeron con la fiesta final: espectacular castillo e himno regional. El colofón idóneo a un día que nunca nadie en el valencianismo olvidará.
Los grandes del fútbol español en el palco
Por lo que al palco se refiere, cabe resaltar que estuvieron presentes buena parte de los clubs más importantes del fútbol español. Así, en la zona vip acudieron al cumpleaños del Valencia CF Guillermo Amor del Barcelona, Emilio Butragueño del Real Madrid, el presidente del Athletic, Aitor Elizegi; Mikel Ubarrechena, vicenpresidente de la Real Sociedad y hasta cuatro expresidentes.
Los federativos Rubiales y Gomar tampoco se perdieron una tarde en la que el palco se llenó de exjugadores de todas las épocas y familiares de los expresidentes. Precisamente exmandatarios del Valencia CF hubo cuatro: Amadeo Salvo, Agustín Morera, Pedro Cortés y Paco Roig. Alemany, patronos de la fundación, los presidentes de la Agrupación de Peñas y de los pequeños accionistas acompañaron al presidente del Valencia CF, Anil Murthy. Kim Koh prefirió mantenerse al margen en el palco privado de Peter Lim.