El Betis de Quique Setién ha vuelto este martes al trabajo después de dos días de descanso y 'digestión' de la frustración que le supuso la derrota del sábado ante el Sevilla (3-2) en el Sánchez Pizjuán y con la vista en el partido del próximo domingo en el Villamarín ante el Valencia.
Setién ha dirigido una sesión a puerta cerrada en la ciudad deportiva bética para empezar a perfilar una cita que se antoja trascendental para las aspiraciones europeas de los suyos, que se encuentran con 43 puntos a tres del Athletic Club, séptimo, y a seis de los valencianistas, sextos.
Con el único objetivo de luchar por plazas europeas en los seis partidos que restan para el final de la competición, el conjunto verdiblanco afronta su vuelta al Benito Villamarín en un partido que tendrá mucho de plebiscito para jugadores y el propio entrenador.
En la sesión, no saltaron al comienzo con sus compañeros el central brasileño Sidnei Rechel, el centrocampista portugués William Carvalho y el delantero Jesé Rodríguez, mientras que sí lo hizo Sergio Canales, sin aparentes secuelas de la dolencia en el tobillo derecho que le hizo ser duda hasta el final en el partido contra el Sevilla.
Noveno clasificado y pese a que Setién considera que hay puntos "suficientes", al Betis le quedan, no obstante, seis balas y dieciocho puntos en la recámara para volver a Europa la próxima temporada, su único objetivo tras ser eliminado en deiciseisavos de Liga Europa ante el Rennes francés y en semifinales de la Copa frente al Valencia.
Para ello, y con una afición que les medirá, el técnico santanderino tiene ante sí el imperativo de lograr los tres primeros puntos de esta recta final y hacerlo, además, con la vista en un segundo compromiso liguero en cuatro días, ya que tres más tarde se medirá al Levante en tierras valencianas.
Tras el duelo con los levantinistas y hasta final de Liga, el Betis recibirá en casa a Espanyol y Huesca, y se enfrentará al Eibar en Ipurúa y al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en el epílogo de LaLiga.