El Valencia CF disputará a partir del próximo dos de mayo la décima semifinal europea en su historia tras eliminar al Villarreal. Será ante el Arsenal y el morbo estará en el banquillo, donde Unai Émery se cruza de nuevo con su exequipo. El conjunto de Mestalla regresa a la élite competitiva europea y lo hace contra el último técnico que lo apeó de una final y que, para colmo, lo celebró a lo grande en Mestalla olvidándose su pasado valencianista. El reencuentro europeo está servido y la afición del Valencia quiere revancha.
La de Unai Émery fue la Europa League más amarga para los valencianistas. Han pasado cinco años pero la herida sigue abierta desde aquella temporada 2013-2014. Un gol del Sevilla en el último minuto del segundo partido de semifinales dejó fuera al Valencia cuando ya se festejaba en el estadio el pase a la final. Tras una derrota por 2-0 en la capital andaluza, el Valencia remontó en casa, pero el 3-0 con el que se llegó a los instantes finales del encuentro se frustró con un gol de M'Bia que puso el 3-1 en el último suspiro.
La relación de Unai Émrey con el valencianismo se rompió ese fatídico día (1 de mayo de 2015) en el que M'Bia anotó el tanto que dejaba eliminado al Valencia de la final de Turín. El Sevilla marcó en el minuto 93 el gol que les deba el pase y Unai lo celebró corriendo como un pollo sin cabeza por el campo, sin haber terminado el partido, sin percatarse en qué escenario estaba y faltando el respeto a una afición y un club que le dio la oportunidad de dar su gran salto cualitativo en los banquillos, una entidad que lo 'sacó' de Almería para darle un equipo histórico como el Valencia.
Unai Emery no vio aquella acción como algo reprobable en ningún sentido. Así, declaró nada más terminar el choque que él sólo estaba celebrando un gol, que la tensión era máxima. A pesar de eso, es difícil creer que un técnico con más bagaje hubiera hecho algo similar. De hecho los entrenadores que han hecho algo parecido sí quisieron mandar un mensaje a la grada y al banquillo rival. Ejemplos de celebraciones excesivamente efusivas para castigar al rival no sólo en el marcador hay decenas (Mourinho con el Inter contra el Barça, Guardiola en Stamford Bridge) y así lo interpretó Mestalla que no olvida.
Si el reverso oscuro, el que no olvida Mestalla, es su carrera celebrando el gol de M'Bia, tampoco se puede olvidar de un plumazo que Unai Emery, el uno de los técnicos que más partidos de Liga ha dirigido al Valencia ya que estuvo cuatro temporadas desde la 2008-09 hasta la 2011-12. Criticado por su falta de títulos y de rendimiento en Europa y en la Copa, no es menos cierto que su Valencia siempre estuvo entre los mejores de LaLiga.
En Valencia le recuerdan con respeto por lo que hizo por el equipo, pero en esta semifinal quieren la revancha deportiva. De nuevo en Europa, esta vez es Unai el que debe quedarse en el camino de una final.
Unai tiene en su poder la insignia de Oro y Brillantes del club por los servicios prestados en esos años en los que llevó al equipo tres veces seguidas a la Liga de Campeones. Precisamente la entrega de oro y brillantes en su despedida fue muy criticada al no entenderse la decisión adoptada por el presidente Manuel Llorente.
Desde aquel día Unai Émery ha vuelto a Mestalla como entrenador y como espectador y, aunque siempre se le recordará por aquella afrenta deportiva, no es menos cierto que las relaciones se han normalizado. El técnico mantiene una residencia estable en Valencia y es habitual verle por el Cap i Casal. En Valencia le recuerdan con respeto por lo que hizo por el equipo, pero en esta semifinal quieren la revancha deportiva. De nuevo en Europa, esta vez es Unai el que debe quedarse en el camino de una final.