Luis Casanova: 20 años sin el gran presidente del Valencia CF
Si hay algún presidente en la historia del Valencia CF que destaca por encima del resto ese es Luis Casanova Giner (1909-1999). Las estadísticas, su huella y sus decisiones en momentos puntuales lo convierten en el directivo más longevo y uno de los más recordados de la historia de la entidad, además de uno de los más exitosos. Este 4 de mayo de 2019, coincidiendo con el Centenario de su amado club, se cumplen 20 años desde que nos dejara.
Luis Casanova es el presidente más importante de la historia por temporadas consecutivas (diecinueve de 1940 a 1959, más dos cortos periodos previos) y por títulos ha sido Luis Casanova, con el que el Valencia logró tres títulos de Liga y otros tres de Copa. Accedió a la dirección del club cuando el mando militar que lo dirigió durante la guerra abandonó el cargo y se marchó casi dos décadas después hastiado por los quebraderos de cabeza tras una complicada ampliación de Mestalla. Fue un adelantado a su tiempo.
La delantera eléctrica, los primeros títulos
Bajo la dirección de Luis Casanova el Valencia inauguró su palmarés de títulos y por ello, el valencianismo le guarda ahora y siempre un cariño especial.
La década de los 40, la más gloriosa del club en el siglo XX tiene un nombre propio: el de Luis Casanova Giner. El valenciano se hizo con la presidencia del club y comenzaría un proyecto deportivo que se convertiría en el germen de los grandes éxitos del equipo en los años posteriores. Con dos grandes refuerzos como Epi y Gorostiza, la calidad aumentó en una plantilla donde ya se encontraban Amadeo, Asensi y Mundo. En el 41 estrenaron el palmarés de títulos y ya no lo dejaron. Así, Luis Casanova levantó también la primera liga de la historia del Valencia en la 41-42; a las que le seguirían las del 43-44 y 46-47.
Tras ganarse el apelativo de bronco y copero en la década de los 40, dónde el club presidido por Giner disputó ocho semifinales en una década (el Valencia superó cinco y finalmente conquistó dos títulos: el de 1941 y el de 1949, el club entró comenzó de forma dubitativa e insípida la década de los 50.
Su Valencia CF fue el de Puchades
El Valencia CF de los 50 fue el Valencia de Antonio "Tonico" Puchades. Al frente de una generación magnífica, el jugador de Sueca fue el santo y seña de un Valencia CF que siguió asombrando a España entera.
Impuso la inteligencia al corazón con el filial
Miles de anécdotas jalonan su trayectoria. Quizá una de las más controvertidas fue cuando vivió el no ascenso del filial (CD Mestalla) a Primera División. El 29 de junio de 1952, el CD Mestalla goleó por 5 goles a 1 al Logroñés y se ganó una plaza en la máxima categoría del fútbol español. Como dato más destacado del encuentro, Fuertes anotó cuatro de los cinco tantos valencianistas.
Si un ascenso de un filial sigue suponiendo a día de hoy un dolor de cabeza más que una alegría, sobre todo para los directivos de los clubes, por aquel entonces la cosa no era diferente. La afición deseaba ver al filial en Primera, pero el presidente Luis Casanova, dejando a un lado la euforia y guiándose por la sabiduría y la inteligencia, sabía que no era ni deportivo que se consumase el ascenso ni tampoco viable en lo económico (sueldos, gastos desplazamiento etc.). La decisión, lógicamente, no fue popular, y a principios de julio de ese año, la Asamblea de Clubes rechazó el ascenso tras una serie de reuniones. Él, sin embargo, no se movió un ápice de su planteamiento.
Tras ganar la Copa del 54, el triste colofón a la década lo pondría su dimisión en 1959 de Luis Casanova. El histórico presidente ponía fin a casi dos décadas al frente de la entidad, siendo aún hoy en día el más longevo de toda la historia.
Remodeló Mestalla, que llevó su nombre
Al margen de lo ya reseñado cabe destacar que en la década de los 50 acometió la primera ampliación de Mestalla. La remodelación, que permitió que el estadio pudiera dar cobijo a 45.000 espectadores, supuso una inversión próxima a los cien millones de pesetas, una cifra muy alta para aquellos tiempos. Años después, exactamente el 14 de octubre de 1957, las fuertes lluvias de varios días acabaron desbordando por completo el caudal de río Turia a su paso por la ciudad y provocando numerosas pérdidas humanas y materiales. Por su proximidad, uno de los edificios que más afectado se vio por el agua de la riada fue el estadio de Mestalla. El Valencia CF vio como su estadio quedaba completamente inundado durante aquellas horas.
Su grandeza hizo que el valencianismo pusiera su nombre al estadio de Mestalla. Así, en a partir de 1969, el templo valencianista cambió de nombre para homenajear a su presidente más emblemático y estuvo llamándose así un cuarto de siglo. El propio Luis Casanova Giner confesó que aquel honor le había dejado totalmente abrumado, y él mismo pidió, en 1994, que su nombre fuera reemplazado nuevamente por el de Mestalla. Es sólo un detalle más de un directivo que lo fue todo para y por el Valencia CF. Cinco años después, y de eso han pasado 20, se marchó para seguir disfrutando desde el cielo de su Valencia.