La Asociación Europea de Clubes (ECA) está celebrando una Asamblea General Extraordinaria los días 6 y 7 de junio en Malta, donde ha abordado el futuro de las competiciones de clubes a partir de 2024. Tras conocer la propuesta, los clubes españoles que forman parte de la Asociación Europea (ECA), a excepción de Barcelona y Real Madrid, definieron el nuevo modelo de competiciones desde 2024 como "la mayor amenaza de la historia" para el fútbol continental y cuestionaron su continuidad en la organización si no se tienen en cuenta sus preocupaciones.El Valencia CF, que tiene clara su postura sobre la Superliga Europea, es uno de ellos. En representación del club estuvo Mateu Alemany, que defendió de nuevo la posición del conjunto de Mestalla.
La postura del Valencia CF es clara: proteger la Liga española y mantener la Champions tal y como está, sin ascensos, descensos y demás.
En un escrito firmado por siete de los nueve clubes de LaLiga que están en la asociación, Athletic Club, Atlético de Madrid, Sevilla, Real Sociedad, Valencia CF Villarreal y Málaga, y dirigido al secretario general de la ECA, Michele Centenaro, rechazaron los futuros cambios propuestos por el Comité Ejecutivo de la ECA y la UEFA.
En este documento al que ha tenido acceso EFE, los clubes firmantes señalan que "estamos totalmente interesados en contribuir a mejorar las competiciones europeas, tomar parte en un diálogo constructivo y alcanzar acuerdos todos los implicados: ligas nacionales, clubes y otros poderes públicos. Sin embargo, encontramos inaceptables los cambios en este proceso, que dejan muy limitado el espacio para la negociación", indicaron.
Para los firmantes, "las competiciones europeas deben ser una recompensa a la excelencia, en la que los mejores equipos participen en una competición abierta a todos, basada en los principios del mérito deportivo, la solidaridad entre clubes, la justa distribución, etc. El acceso siempre debería ganarse, con las únicas excepciones que se aplican en el formato actual, a través de las competiciones domésticas".
"Estamos en un punto cambiante en el fútbol europeo, del que deberíamos sacar ventaja en orden a mejorar la gobernanza y la dirección del fútbol europeo en general, y la ECA en particular. Si estas preocupaciones no se consideran o resuelven, debemos cuestionarnos nuestra condición de miembros de la ECA", avanzan.
La nueva Superliga europea partiría de la base que los grandes clubes europeos tendrían asegurada su plaza en esta competición.
Al margen, uno de los principales cambios a estudio sería que los partidos de esta nueva Superliga se disputaran los fines de semana. Esto ocurriría en detrimento de los campeonatos nacionales, que pasarían a jugarse entre semana.
En principio los 32 equipos que participaran en la Superliga quedarían repartidos en cuatro grupos de ocho equipos cada uno disputando así 14 jornadas. Los cuatro primeros equipos de cada grupo, tal y como avanzó la COPE, se clasificarían para la ronda de octavos de final.
El último clasificado descendería a la Europa League y el sexto y el séptimo jugarían un play out para evitar el descenso.