El día 11 de septiembre estaba siendo un día aparentemente normal para Marcelino García Toral. Todo lo normal que podía ser en una situación actual repleta de vaivenes en el Valencia. Pero sí aparentemente normal. Nada presagiaba la bomba que llegaría en pocas horas. Marcelino preparaba su entrenamiento de la tarde, de la vuelta al trabajo. Con la cabeza en Paterna y en el Barcelona, claro.
Y de repente, el técnico asturiano empieza, pasado el mediodía, a recibir rumores, preguntas, llamadas, sospechas. Avalancha de comunicaciones. Ecos de las redes sociales y noticias que se solapaban... pero nada oficial.
Es más, según ha podido saber ElDesmarque, Marcelino no había recibido comunicación oficial de su despido ni 30 minutos antes de que se hiciera oficial. Por entonces se limitaba a responder lo que podía comunicando precisamente eso, que no sabía nada. Y que se dedicaba a preparar su entrenamiento, como un día más, pensando incluso y cuestionándose sobre su posible o probable sustituto. Un probable sustituto que, de hecho, es lo único que ha retrasado la polémica decisión de Peter Lim, que ya tenía decidido hacía días la destitución del entrenador.
Pero la noticia ya acechaba tras la esquina. La bomba de este 11 de Septiembre che ya tenía la mecha prendida.
El reflejo de una clara situación en el Valencia, de un club metido en una diáspora geográfica y filosófica que encuentra un fiel reflejo en el despido del que ha sido uno de sus mejores entrenadores de la última década, que ha sido capaz de llevarlo a un nuevo título y a repetir clasificación de Liga de Campeones.
Las declaraciones de Marcelino, sus ruedas de prensa, el caso Rodrigo, han pasado factura al técnico, que acaba fuera del Valencia en este comienzo de temporada.
Ahora, Albert Celades se hará cargo del Valencia, salvo sorpresa de última hora, y será el encargado de intentar igualar, que ya será difícil, las cotas del asturiano en el conjunto de la capital del Turia.
Nuevo entrenador, sin experiencia en primera, cambio de sistema, con jugadores que no sabemos si encajan en el perfil del nuevo entrenador y mucho más. Esto puede ser una ruina. Ya se verá.