Informe: Las desgracias se llevaron por delante el 4-4-2

El día que Celades volvió al 4-4-2, las circunstancias fueron las que estropearon el partido. Cuando mejor iban las cosas para el Valencia CF, la expulsión de Rodrigo Moreno trastocó todos los planes de los che. Pocos minutos después de quedarse con 10, Osasuna logró darle la vuelta al resultado. La mala actuación de los laterales dejó sin opciones al Valencia.

El Valencia CF cayó en El Sadar a pesar de volver a utilizar el sistema táctico que mejores resultados le ha dado esta temporada. Si en Lille había fallado la disposición utilizada por Albert Celades, y al equipo le había costado sacar el balón jugado desde el centro del campo, esta vez el 4-4-2 tampoco salvó a los blanquinegros. Al principio, eso sí, el plan funcionó, el Valencia CF encontró espacios y realizó transiciones verticales que le colocaron por delante en el marcador. Sin embargo, a la media hora de partido Rodrigo Moreno, que había anotado el gol, fue expulsado por el colegiado Jaime Latre por dar un codazo a Estupiñán. A partir de ahí, el Valencia se vino abajo.

Bajón inmediato del Valencia y agujeros en los laterales

Más que táctico, el derrumbe del Valencia CF fue anímico. Cuando no había dado tiempo a reponerse con uno menos sobre el campo, ya había llegado el empate; y cuando el equipo aún no se había asentado en el césped en una segunda parte en la que se esperaba el arreón de los rojillos, la remontada ya había llegado. La respuesta de Celades no se podía hacer esperar, y retiró a Cheryshev y a Kondogbia para dar paso a dos hombres de ataque como Maxi Gómez y Ferran Torres. La voluntad ofensiva se hizo notar, pues el Valencia creó más ocasiones en los siguientes minutos que en las fases de igualdad numérica. Pero la insistencia de Osasuna, que en ningún momento se dejó llevar, terminó sentenciando a los che.

Sin olvidar el bajón anímico y las circunstancias adversas que condenaron al equipo, no se puede obviar, de nuevo, la endeblez defensiva. Si en otros partidos han sido los errores de los centrales o las pérdidas en el centro del campo, en El Sadar fueron los espacios en las bandas los que auparon a los locales. Thierry Correia y Gayà restaron más que sumaron, y los rojillos penetraron cuanto quisieron desde los costados. De hecho, los tres tantos de los de Arrasate llegaron por centros desde las bandas. La debilidad atrás fue tal que Osasuna remató 29 veces a la portería defendida por Jaume, récord esta temporada en cualquier equipo de la Liga y récord de los rojillos desde al menos la temporada 2003/04.