Un 11 de enero de 1987 Sixto Casabona marcó su último gol para el Valencia CF. Conoce la historia de este bravo delantero con un fin demasiado prematuro.
Para los valencianistas que hoy tienen cuarenta y tantos es fácil asociar el nombre de Sixto Casabona a una época difícil del Valencia CF, la del descenso a Segunda, las penurias económicas y el resurgir final. Si alguna historia personaliza esa época y tuvo un fin prematuro y triste es la del delantero valenciano, que tal día como hoy en el 87 y tras contribuir al regreso a la élite del conjunto de Mestalla, marcaba su último gol para el club. Fue en una mágica tarde en Mestalla donde el equipo le hizo seis al Xerez y Sixto anotó los dos primeros tantos.
Quizá el salto generacional de los que leen ElDesmarque Valencia haga que no recuerden demasiado su figura, pero Sixto Casabona fue uno de los mayores talentos que pisaron el estadio de Mestalla procedentes de las categorías de formación. Fue decisivo en el retorno del Valencia a Primera División y un año antes llegó a comandar la tabla de goleadores a mediados de los 80.
Su debut, con gol, le convirtió en uno de los nueve jugadores de la historia dle club que lo han hecho (Aduriz, Esteban Areta, Pascual Escrivá, Claramunt, Salenko, Poli, Rafael Luján y Sobrino el último).
Su carácter impulsivo le llevó, tras una negociación para renovar su contrato, a abandonar el club rumbo al Elche, uno de los conjuntos en los que jugaría hasta su retirada del fútbol en los años 90. Siempre quedó la sensación en Valencia que podría haber dado más al club y la tristeza de que se marchó cuando las cosas empezaban a ir bien de nuevo.
Tras demostrar su valía en Elche, poco después, demasiado pronto, en 2004, a la edad de 42 años nos dejaba tras una larga y penosa enfermedad. De ahí que, su figura marcara para los de una generación de jóvenes que empezaban a ilusionarse de nuevo con el club.
En el 25 anversario del ascenso a Primera, sus hijos, hicieron el saque de honor en Mestalla (como se aprecia en el vídeo que sigue a estas líneas).
Precisamente en Elche, donde se retiró, nació su hijo, Sixto Casabona Navarro, que como todo vástago de pelotero profesional estaba llamado a ocupar el lugar de su padre. Más teniendo en cuenta que, efectivamente, se inició (por supuesto como delantero) en diversas canteras. Pero sus derroteros fueron otros.
Con todo, uno de sus mejores goles de Sixto Casabona fue la lección que le dio a su hijo. En una época donde cualquier padre estaría encantado de que su hijo (o hija), si posee los atributos necesarios, se convirtiera en futbolista, siempre hay excepciones. De hecho, la historia que contamos hoy, sin embargo, cambia radicalmente estas percepciones. Porque, aun cumpliendo con todos los componentes descritos en las líneas anteriores, deriva en un final totalmente diferente.
El hijo de Sixto estaba abocado al fútbol cuando un sábado con su abuelo cambió su visión... y su porvenir. Con una familia apasionada del golf, el primer golpe de Sixto Junior voló 140 metros sobre el green. Y en ese momento decidió que su vida estaba entre hierros y maderas y no entre banderines de córner. La mejor lección, además, se la dio su propio padre, quien le apoyó inmediatamente en su decisión y le animó para mejorar en el deporte que había escogido, donde pocos años más tarde ya empezaba a destacar.
Feliz día del padre Papá ahí donde estes.Muy orgulloso de tí, entre otras cosas,por formar parte de un club centenario como el @valenciacf #sixtocasabonamartinez #valenciacf #CentenarioVCF #Felicidades pic.twitter.com/W3vjp4tame
— Sixto Casabona (@SixtoCasabona) 19 de marzo de 2019