La característica sonrisa de Mario Regueiro ya no se puede ver en los campos de fútbol, sino que ha elegido un sorprendente destino para seguir trabajando tras colgar las botas. El que fuera jugador del Valencia CF entre 2005 y 2008 se encuentra ahora detrás del mostrado de una juguetería que regenta junto a su mujer. En sus últimos años de carrera profesional, el uruguayo atravesó una profunda depresión que le costó superar y en parte gracias a la juguetería logró salir adelante.
"Fue la mejor decisión que pude tomar. Me ayudó a salir adelante. A mantener la cabeza ocupada. Necesitaba matar el tiempo y no quedarme en casa", relata Mario Regueiro en una entrevista publicada por el diario argentino Olé. El charrúa ahora es el propietario junto a su mujer de una juguetería en Montevideo y trabaja al otro lado del mostrador, vendiendo o envolviendo juguetes.
"Al principio no me gustaba, porque yo llevé toda una vida dedicada al fútbol, pero le fui agarrando el gustito y ahora estoy muy entusiasmado", explica el que fuera extremo izquierdo del Valencia CF durante tres años.
Cuando yo tomé la decisión de retirarme, sabía donde apuntar. Mucho no me convencía seguir ligado al deporte, quería meterle pilas a este proyecto. Al principio no me convencía mucho el hecho de envolver juguetes. Imagínate, envolvía una pelota de fútbol y lo que menos parecía era una pelota. Pasé de patear pelotas a envolverlas", agregó.
Regueiro es uno de los principales atractivos de la juguetería y muchos peregrinan hacia la tienda para fotografiarse con el internacional uruguayo. "Vienen al local y me piden una foto o algún autógrafo. Por suerte en mi país me conocen, más si sos un jugador que estuvo en un grande, como es mi caso en Nacional, o si vistió la camiseta de la selección. Incluso, a veces vienen hinchas de Peñarol y también me saludan o piden fotos. Eso me llena el alma", señaló.
Mario Regueiro reconoció que durante sus últimos años como profesional tuvo que superar una depresión. "Estuve dos años y medio con la depresión y fue muy profunda. Me costó mucho salir, se me hizo muy difícil en su momento y, gracias a Marcelo Roffé y a los psiquiatras que tuve, pude salir de esa situación. Arranqué el tratamiento en la Argentina, estando en Racing, y me hicieron muy bien. Ellos junto a mi familia", comentó.
"Hoy puedo decir que me estoy divirtiendo con la vida que tengo. Soy muy feliz y hacía mucho tiempo que no me divertía así en la vida. Estoy en un gran momento", concluyó.