El Valencia CF mereció ganar contra el Atlético de Madrid pero tiene que conformarse con un empate (2-2). Los de Mestalla firmaron una extraordinaria segunda mitad en la que acariciaron el triunfo, pero las paradas de Oblak y la falta de puntería de Kevin Gameiro o Maxi Gómez impidieron que la victoria se quedara en casa. En cualquier caso, el Valencia-Atlético permite a los de Celades recuperar las buenas sensaciones antes de la visita a Milán para disputar los octavos de final de la Champions League.
Albert Celades apostó de inicio por un 4-4-2 formado por Jaume Domènech; Wass, Gabriel Paulista, Mangala, Gayà; Ferran, Kondogbia, Parejo, Soler; Guedes y Maxi Gómez. El portugués volvía a ser titular con el Valencia CF y lo hacía para jugar colmo segundo punta. Tenía ante sí el complicado reto de encontrar espacios entre líneas en el siempre férreo entramado defensivo del Atlético.
A Guedes le costó aparecer casi tanto como al resto de sus compañeros. El Valencia CF evidenció serios problemas en la circulación del balón. El Atlético tapó bien a Parejo, al que le costaba mucho entrar en juego. Kondogbia es quien tuvo que ayudar en la salida de balón sin demasiado acierto. Mangala y Gabriel Paulista tampoco facilitaban una salida limpia desde primera línea. Las sensaciones no eran buenas y menos después de que los rojiblancos se adelantaran gracias a un rechace que aprovechó Marcos Llorente.
Pese a sus problemas para masticar los ataques, el Valencia CF encontró una fisura en la defensa del Atlético. Ferran Torres le estaba ganando los duelos a Renan Lodi, quien pronto se cargó con tarjeta amarilla. Albert Celades mandó insistir en atacar por esa banda y los de Mestalla comenzaron a pisar el área de Oblak con peligro. Estaban haciendo daño y en uno de esos ataques, provocó un saque de esquina que Gabriel Paulista cabeceó a la red un centro de Maxi Gómez para firmar el 1-1.
Sin embargo, la alegría duró muy poco. En la jugada posterior, Thomas robó un balón a Parejo en la medular y condujo sin obstáculos hasta la frontal del área para acabar fusilando a Jaume Domènech. Nadie achicó al poderoso mediocentro rojiblanco, quien se plantó en zona de peligro con relativa comodidad para hacer el 1-2. Fue un jarro de agua fría con el que se bajón el telón de la primera mitad.
Celades había detectado la grieta en la defensa del Atlético, pero Diego Simeone también. El argentino no tardó en quitar a Renan Lodi y poner ahí primero a Arias y luego a Saúl Ñíguez. Antes de que se cumplieran los diez primeros minutos de la segunda parte. Los colchoneros cerraron así su figura, pero el Valencia CF volvió a recurrir a una acción a balón parado para poner de nuevo las tablas en el marcador. Dani Parejo colgó un balón al área y Kondogbia remató en semifallo ante la permisividad defensiva del rojiblanca para hacer el 2-2.
El gol dio alas al Valencia CF. Los de Mestalla sacaron fuerzas de donde no les quedaban y asediaron la portería de Oblak. Se adueñaron de la posesión y se instalaron en las inmediaciones del área colchonera. Fueron momentos en los que Kondogbia se convirtió en un gigante. Aparecía por todas partes para frenar las esporádicas escapadas del Atlético, y además también aparecía en ataque.
El Valencia CF acabó volcado contra la portería colchonera, atacando con intensidad, pero el marcador no se volvió a mover a causa de los reflejos de Oblak. El empate a dos es un resultado insuficiente para lo que se vio en el Valencia-Atlético. Los de Mestalla merecieron más y aunque no se llevaron los tres puntos, recuperan los niveles de confianza antes del trascendental duelo contra el Atalanta del próximo miércoles.