El Ayuntamiento de Buñol ha decidido “por seguridad y responsabilidad” suspender la Tomatina del próximo mes de agosto, que celebraba su 75 aniversario, según ha asegurado la concejala de Turismo y Tomatina, María Vallés, quien este mismo miércoles comunicará esta decisión al resto de grupos políticos municipales. "Es una decisión que había comunicado a mi equipo de gobierno pero falta por consensuar y corroborar con el resto de grupos políticos, con los que está previsto celebrar una reunión y sacar, posteriormente, un comunicado institucional de toda la corporación local”, ha explicado.
“Se suspende por la situación que hay -debido al coronavirus- y por no poder asegurar la seguridad de la que la Tomatina siempre ha hecho alarde, de que es una de las fiestas más seguras del mundo. No podemos perder esa seña de identidad por estas circunstancias”, ha dicho.
Por su parte, concejal de La Tomatina, María Vallés, ha señalado que se está trabajando en diferentes iniciativas para que esta fiesta internacional continúe vigente y de actualidad pese a la anómala situación en la que se ven inmersa la sociedad y "por ello, desde el Consistorio se está trabajando en una línea de comunicación para seguir mostrando una imagen positiva, cohesionada y esperanzadora tanto de la Tomatina como de la gestión de la pandemia que está realizando el Ayuntamiento de Buñol".
Asimismo, el Ayuntamiento además ha tomado la decisión de trasladar la celebración del 75 aniversario a la Tomatina de 2021 de manera que sea el 75+1, puesto que una efeméride tan destacada debe celebrarse como requiere un hito de esta importancia y no verse empañado por una situación negativa.
"El extender el 75 aniversario a 2021 no supone un aplazamiento sino una ampliación, ofreciendo de este modo más contenidos y más hitos que engrandezcan aún más la fiesta de la Tomatina", ha puntualizado Valles
Desde el Ayuntamiento quieren hacer una llamada a la tranquilidad puesto que esta cancelación supone un modo de preservar la integridad de la imagen de esta fiesta fuerte, única, intercultural, aglutinadora y fraternal, con el objetivo de garantizar en el futuro esta fiesta acorde a las directrices que se han establecido durante la última década, sino además la integridad de una fiesta única en todo el mundo.
La decisión de suspender la tradicional batalla a tomatazos que se celebra el último miércoles del mes de agosto supone, según la concejala, un “golpe muy duro” porque además este año se celebraba el 75 aniversario de esta fiesta, que desde su creación solo ha sido suspendida en una ocasión, en el año 1957 “por motivos políticos”.
Según ha explicado, durante la época franquista, un mandatario del Gobierno visitó Buñol y como coincidió con la fiesta los vecinos le tiraron tomates. “El entonces alcalde suspendió la fiesta al considerar que se había atentado contra el régimen”, ha relatado la concejala.
Tras la suspensión, ha recordado, se hizo una especie de manifestación encubierta de los vecinos reclamando su derecho a tener esta fiesta.