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El día que Kubala fue valencianista

Kubala con la senyera del Valencia CF en 1956 frente al Glasgow Rangers (Foto: @MgMiquel).
Manuel Morera

La historia de Ladislao Kubala y el Valencia CF es una crónica de enfrentamientos. La del ídolo blaugrana que zarandeaba a los ches, a los que les tocó vivir una resacosa década de los cincuenta. El crecimiento en tierras catalanas lo protagonizaba un joven húngaro; la lucha por seguir siendo grandes, la dirigía en Mestalla la vieja guardia. Los Mundo, Amadeo, Juan Ramón, Asensi, Igoa, Eizaguirre o el propio Casanova dirían adiós en los cincuenta. En estos años difíciles, Kubala fue una pesadilla en Valencia, pero un trece de marzo fue la punta de lanza blanquinegra.

Un 13 de marzo el Valencia CF disputó un partido amistoso contra el Berliner SV, estos enfrentamientos eran habituales, para poder medirse contra equipos internacionales y de amistosos solo tenían el nombre. Era 1960 y los de Mestalla tendrían un refuerzo de lujo. Kubala, que con 32 años todavía era el líder del FC Barcelona se pondría la casaca del murciélago. Ese día fue un paseo triunfal con cinco goles, uno de ellos de Laszly, que también dio una asistencia.

Kubala: dos partidos, tres goles

En aquellos tiempos era muy habitual que los equipos se reforzasen con estrellas para los amistosos. Eso provocó que, el hombre que a la postre ocupó el banquillo de España durante trece años, fuera valencianista en dos ocasiones. La primera se dio en 1956, en un encuentro contra el Glasgow Rangers. Los de Iturraspe, que fue cesado esa temporada, se enfrentaron a los escoceses en Mestalla en un encuentro que acabó empatado, siete días después se repitió el partido y el resultado fue el mismo. Tuvo que llegar Kubala para deshacer la igualada: marcó dos goles y regaló otros dos a Wilkes y Seguí (4-1).

La parroquia valencianista tuvo que esperar cuatro años, para poder jalear los regates de Kubala en vez de sufrirlos. Fue en el amistoso organizado por la Asociación de la Prensa de Valencia contra el Berliner SV. Con la treintena superada, el delantero demostró seguir en forma. Kubala marcó y compartió delantera con Walter Marciano. El primer brasileño en la historia del club, el primer ídolo carioca. El delantero murió un año después en un accidente de tráfico. Compartía vehículo con Sócrates y Coll, que salieron ilesos.

Kubala y el Valencia CF, la rivalidad silenciosa

Kubala en su época como barcelonista (Foto: @FCBarcelona_es).

Los cincuenta empezaron con la resaca de un Valencia CF campeón, el de la delantera eléctrica, las ligas y los triunfos coperos. El del proyecto de Luis Colina, de Casanova y Cubells. El de un FC Barcelona que había visto como se le escapaban los dos últimos campeonatos ligueros y el de Un Real Madrid que no conocía el primer puesto desde los tiempos de la República. Entonces el "Clásico" era menos clásico y los duelos al sol se batallaban a orillas del Mediterráneo. Y a Barcelona llegó Ladislao Kubala. El futbolista criado bajo el yugo del exilio llegó a ser suspendido por la FIFA y confinado en un campo de refugiados de Cinecittà. En un escenario tan fílmico se enroló en el Hungría, equipo de exiliados que recorrió Europa y América. La tragedia de Superga le arrancó la posibilidad de recalar en el poderoso Torino de Mazzolla. El drama aéreo provocó la muerte del  bel giuoco italiano y de sus cenizas dos realidades contrapuestas. Por un lado el catenaccio italiano; por otro la leyenda del FC Barcelona. Kubala aterrizó en España.

Kubala debutó en 1951 y el FC Barcelona se hizo con dos títulos consecutivos, el Valencia CF fue subcampeón en el segundo. Los goles de Kubala silenciaban Mestalla y todavía quedaba por vivir una remontada copera, esta vez, en contra. Los de Quincoces se pusieron dos arriba en la final de Copa en apenas treinta minutos. Diez mil valencianistas se arremolinaban en Chamartín. Después de varias polémicas arbitrales, los catalanes recortaron distancias y acabaron empatando. Era el momento de la prórroga, era el momento de Kubala. La séptima final de Copa del Valencia CF se convirtió en pesadilla. El húngaro estrellaba el balón en la red, para remontar el partido. Asensi y Quique se lesionaban. La final estaba perdida y los catalanes todavía tuvieron tiempo para marcar el cuarto.

Luis Casanova fue el artífice desde la presidencia de una de las mejores épocas de la historia del Valencia CF.

La Copa del 54 fue el último coletazo de una generación, los ídolos de la época más gloriosa del Valencia CF se fueron retirando. Las obras de Mestalla provocaron años de austeridad. Dimitió Colina, el artífice de la gesta deportiva y la riada de 1957 acabó de destrozar al Valencia campeón. Dos años después Casanova presentaba su dimisión. Acababa una época repleta de éxitos y nacía una década sustentada en la gloria europea. Tocaba volver a empezar. Un poco más al norte del Mediterráneo era Kubala el que daba sus últimas noches de gloria. Ya con el húngaro como entrenador, se disputó la Copa de Ferias de 1962. Fue aplazada por el Mundial de Chile y los catalanes eran favoritos. En Mestalla los valencianistas fueron los verdugos de Kubala, que fue despedido meses después y volvió a calzarse las botas a modo de venganza en el Espanyol. Ese día, el nuevo ídolo carioca, Waldo Machado, no fue el encargado de golear. Nando Yosu marcó dos veces, Núñez una, y Guillot en tres ocasiones. El Valencia CF goleó 6-2 al Barcelona de Kubala y, con la vuelta todavía por disputar, sería campeón. El proyecto de Laszly había muerto y el FC Barcelona viviría una de sus décadas más duras.

Vavá Neto, la otra estrella contra el Berliner SV

El día que Kubala jugó su último partido como valencianista, debutó con la misma camiseta Vavá Neto. El brasileño, doble campeón del mundo que marcó nueve goles entre las citas de Suecia y Chile, jugaba en el Atlético de Madrid, pero ese día formó parte del once del Valencia CF. Asistió y recibió las asistencias de Kubala y, sobre todo, marcó dos tantos. Vavá ganó con los madrileños dos copas y jugó sus últimas temporadas en España con el Elche CF. Aun así, sus grandes éxitos los consiguió con la camiseta de su país.

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