La Fiscalía Provincial de Valencia investiga la autoría de unas pegatinas con la imagen de una mascarilla y el texto "PSOE ASESINO" y con el logotipo distorsionado de este partido, ya que sustituye la rosa por una especie de calavera con la frase "Ni olvido ni perdón", junto a una bandera de España. Fuentes de la Fiscalía han confirmado que se recibió la denuncia del PSPV-PSOE y la sección de Delitos de Odio ha abierto diligencias e iniciado una investigación "sobre dónde están las pegatinas y la posible autoría" de las mismas, aunque ha indicado que el proceso está aún "en una fase muy embrionaria". Según la denuncia del Partido Socialista, las pegatinas aparecieron en diferentes piezas del mobiliario urbano de diferentes zonas de València el pasado día 4.
"Estas expresiones suponen una agresión ilegítima al honor del PSOE", asegura el texto, que agrega que "no pueden ampararse en la libertad de expresión" manifestada "a través de la crítica política para cometer hechos que pueden ser considerados delito". Sostienen que con estas pegatinas, que aluden a la situación por la COVID-19 a través de la mascarilla quirúrgica, "se quiere responsabilizar al PSOE, en relación al Gobierno socialista, de las muertes" durante la pandemia del coronavirus, "con la manipulación del logo sustituyendo la rosa del mismo por una imagen similar a una calavera y directamente imputándonos de manera calumniosa el 'asesinato' de esas personas".
Además del ataque al honor, los denunciantes consideran que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de odio como determina el artículo 510 del Código Penal contra quienes "públicamente fomenten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo" por diferentes motivos, entre ellos, la ideología.
"Estos ataques son una grave incitación directa al odio y la discriminación del pensamiento político socialista", sostiene la denuncia, que añade que en definitiva es "un ataque al diferente como expresión de una intolerancia incompatible con la convivencia" y pide que se investigue.
No comparto la opinión expresada por la mascarilla pero no me parece un delito de odio, sino una opinión que entra dentro de la libertad de expresión. Cuando se sacrificó al perro de la enfermera contagiada por ébola en 2014 concentraciones de personas lanzaban gritos de '¡asesino! ¡asesino!' en contra del Partido Popular.