¿Cuándo se podrá ir a la playa? Inicialmente estaba fijada para la fase 3 de la desescalada, pero ahora ha cambiado. El presidente de la Generalitat Ximo Puig ha anunciado que pedirá que toda la Comunitat pase a la Fase 2 de desescalada a partir del 1 de junio, después de que, tras la recomendación de prudencia que hicieron los técnicos la semana anterior, los indicadores hayan señalado que "la Comunidad Valenciana va en la buena dirección". Ante eso, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, del PP, abrirá el próximo lunes las playas si finalmente se decreta la fase 2 de desescalada para recuperar lo antes posible la "normalidad" y por constituir un "signo de identidad" de la ciudad. Tras una concentración silenciosa de cinco minutos a las puertas del ayuntamiento por las víctimas de la covid-19, Barcala ha dicho que, siempre que se avance en las fases de desescalada, quiere "que las playas se abran el lunes". "Son una fuente de ingresos y un signo de identidad de la ciudad", a lo que se suma que es un elemento de "normalización que no se puede dejar de lado".
El alcalde ha indicado que se están ultimando los aspectos de distancia de seguridad, de estancia y de marcado de la zonificación, entre otros aspectos. De los diez días de luto por las víctimas de la COVID-19, Barcala ha asegurado que las familias afectadas "nunca estarán solas" y que sus seres queridos "nunca" van a ser olvidados.
España se prepara, semana a semana, para asentarse en la ansiada 'nueva normalidad' tras el COVID-19. A partir de este lunes, gran parte del país accederá a la fase 2 del plan de desescalada impuesto por el Gobierno y el mismo permitirá volver a visitar las playas de la costa nacional con importantes novedades, restricciones y propuestas.
Como punto más llamativo, los ayuntamientos podrán establecer limitaciones de acceso, que en todo caso será gratuito, y de aforo en las playas para asegurar que se respeta la distancia de al menos 2 metros entre bañistas y, para disfrute de más personas, podrá fijarse un límite de tiempo de permanencia.
Son algunas de las indicaciones publicadas el sábado en el BOE, dentro de la orden por la que se modifican otras anteriores para una mejor gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, en aplicación del Plan para la transición hacia una nueva normalidad.
El Gobierno destaca en la nueva orden que los bañistas "deberán hacer un uso responsable de la playa y sus instalaciones, tanto desde el punto de vista medioambiental como sanitario, cumpliendo para ello con las recomendaciones y normas establecidas por las autoridades sanitarias".
Se permite el uso de duchas y lavapiés al aire libre, aseos, vestuarios y otros servicios públicos similares, pero su ocupación máxima será de una persona, salvo en aquellos supuestos de personas que puedan precisar asistencia.
Deberá reforzarse la limpieza y desinfección de los aseos, garantizando siempre el estado de salubridad e higiene de los mismos.
El tránsito y permanencia en las playas, así como la práctica de actividades deportivas, profesionales o de recreo se realizarán siempre que en este último caso se puedan desarrollar individualmente y sin contacto físico, y que se mantenga una distancia mínima de dos metros entre los participantes.
La ubicación de los objetos personales, toallas, tumbonas y elementos similares se llevará a cabo de modo que se garantice un perímetro de seguridad de dos metros con respecto a otros usuarios. Con excepción en el caso de bañistas convivientes o del mismo grupo.
Las tumbonas de uso rotatorio deberán ser limpiadas y desinfectadas cuando cambie de usuario.
Una vez lo autorice Sanidad, serán los Ayuntamientos quienes ejecuten las órdenes. Asimismo, los ayuntamientos asegurarán que se realiza una limpieza y desinfección de las instalaciones y bienes de las playas usando para ello sustancias que no resulten perjudiciales para el medioambiente.
Y se recordará a los usuarios mediante cartelería visible u otros medios las normas de higiene y prevención a observar, señalando la necesidad de abandonar la instalación ante cualquier síntoma compatible con el COVID-19. En este sentido, han surgido iniciativas como las de Canet o APP para reserva plaza en la playa.
Las actividades de hostelería y restauración que se realicen en las playas, incluidas las descubiertas, con concesión o autorización de ocupación o aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre, se regirán por lo establecido en esta orden.
Y los responsables de negocios de motos acuáticas, hidropedales y de cualesquiera otros elementos deportivos o de recreo deberán cumplir con los dispuesto en las órdenes específicas para comercio minorista y, de modo particular, en todo lo que se refiere a higiene y desinfección.
La norma permite proceder a la apertura al público de las piscinas recreativas, quedando permitido el acceso por parte de cualquier persona. Eso sí, el aforo será limitado y sólo se podrá ocupar el 30% de la capacidad de la instalación, siempre que sea posible respetar la distancia de seguridad entre usuarios de dos metros.
Para poder acceder a la piscina se requerirá la concertación de cita previa y para ello se organizarán horarios por turnos, fuera de los cuales no se podrá permanecer en la instalación.
Con carácter previo a su apertura se deberá llevar a cabo la limpieza y desinfección de las instalaciones con especial atención a los espacios cerrados como vestuarios o baños. Asimismo, se deberán limpiar y desinfectar los diferentes equipos y materiales como, vaso, corcheras, material auxiliar de clases, rejilla perimetral, botiquín, taquillas, así como cualquier otro en contacto con los usuarios, que forme parte de la instalación.