Un parque de la pedanía valenciana de Benimàmet amaneció esta semana con la inesperada escultura de un anciano sentado sobre un murete, con traje, gorro y zapatillas deportivas, así como una mascarilla sobre su rostro, junto a una placa en la que se lee: "En recuerdo a los fallecidos por COVID-19". Tras un par de días de expectación y de preguntarse de quién era la estatua, se ha conocido que es Yerai Fernández, un vecino que en sus ratos libres y en apenas un par de semanas ha dado vida con restos de materiales de construcción a este anciano, de más de 80 kilos y colocado entre cuatro personas la noche del lunes.
"Tenía que hacer algo por todos los que han fallecido. Tenía claro el hueco, metidos los pies en el césped, sobre una cruz, en un sitio que no molesta a nadie y en un parque que se conoce como Esperanza", nombre de la calle principal que confluye en esta zona verde, ha contado a EFE este jueves el improvisado artista.
Porque Yerai Fernández tiene una empresa especializada en trabajos verticales y se ocupa del mantenimiento de fincas, y según detalla, la figura, de tamaño real, está realizada con cemento fibrorreforzado y varias capas de barniz porque, aunque no tenía permisos, lo creó "a conciencia pensando en que se quedase".
"No se me ocurrió la idea de que lo fueran a quitar", confiesa Fernández, que ha recibido la felicitación de la concejala de Pueblos y Espacio Público de València, Lucía Beamud, quien le ha trasladado que "el arte reconforta y ayuda a reflexionar" y "debe perdurar en la memoria", así como que se podría quedar.
Fernández reconoce que se defiende "bien con las manos" aunque esta es su primera escultura, y cuenta que la ha creado en su casa, en ratos que le dejaba el trabajo y conviviendo con su pareja y cuatro hijos.
"Como vivo en la misma calle, la transportamos entre cuatro unos doscientos metros", explica; en los días previos al montaje se acercaba al parque y hacía sus mediciones: "Me tomaban por loco", apunta, aunque señala que muchos del barrio sabían quién era él "y se han callado" la sorpresa.
Detalla que la figura es la de un señor mayor con gorro y traje de chaqueta "y lleva zapatillas Nike porque es un abuelo del siglo XXI", además de unas grandes cejas y una mascarilla que le tapa casi toda la cara.
Los pies los midió consigo mismo y las orejas "son las de mi hijo", añade, e indica que ha ido muy deprisa en su creación, "con familia, sacando al perro y trabajando".
Yerai Fernández asegura que cuando decidió instalar la figura no pensó que prácticamente coincidía con el inicio del luto oficial decretado por el Gobierno por las víctimas de la COVID-19, y explica que al iniciarse el duelo ha puesto flores y velas junto a su estatua, situada frente a tres bancos en el parque.