Maxi Gómez tras el enfrentamiento con Celades: Plano, desasistido y desesperado
Mucho se había hablado esta semana del uruguayo Maxi Gómez tras el enfrentamiento que protagonizó con su entrenador, Albert Celades. El técnico le indultó a raíz del apoyo de sus compañeros y después de haber sido suplente el pasado jueves ante el Éibar, este domingo ante el Villarreal fue de la partida.
En el 6', un centro lateral de Gayà casi fue cazado por Maxi pero no llegó por poco. Se lanzó en plancha pero apenas tocó el cuero. El charrúa peleaba para forzar el error de la zaga 'grogueta' y trabajaba en la presión. El Valencia recurría al juego en largo buscando la referencia de Maxi en punta cuando apenas había posibilidad de jugar por el suelo.
El Villarreal mandaba en el duelo durante la primera mitad y Maxi quedaba, por tanto, inédito y desasistido a pesar de la leve reacción del equipo durante la segunda mitad de la primera parte.
En la reanudación, el uruguayo volvió a ser una isla perdida sin apenas entrar en juego por la apatía del equipo y la incapacidad de superar a las líneas del rival. A Maxi Gómez se le vio incluso protagonizar gestos de desesperación con sus compañeros al no recibir balones y no sentirse acompañado en el trabajo de presión.
En el 67', Maxi Gómez caricaturizó lo que fue su participación durante el encuentro. En un balón aéreo, el charrúa fue a rematar y sin demasiada fortuna ni acierto, recibió un balonazo en al cabeza. Esa acción estaba invalidada por fuera de juego. Ni siquiera tuvo incidencia.
En el 83', Maxi Gómez corrió al sprint para ganar la posición y esperar a que Guedes, tras el robo de balón, pudiese conectar con él. Una vez más, se impuso la zaga local y el gozo de Maxi quedó en un pozo.
El charrúa completó el encuentro ya que no fue sustituido por el técnico, presuntamente, uno de los motivos que provocó el enfrentamiento que acaparó portadas la pasada semana.