Este lunes ha arrancado la pretemporada del Valencia CF con las pruebas PCR a las que se han sometido los jugadores blanquinegros, entre los que se encontraban Dani Parejo y Coquelin. A las primeras de cambio, el nuevo técnico valencianista, Javi Gracia, ya ha visto cómo le han quitado a dos de los jugadores más importantes del equipos. Sin motivo deportivo aparente sino más bien relacionado con el recelo y la venganza, el Valencia desmantela su equipo. Antes esto, una leyenda valencianista como Santi Cañizares lanza un órdago al nuevo técnico.
No ha empezado a entrenar y ya está el foco en Javi Gracia.
Qué opinará de la venta de sus dos mejores centrocampistas???
Preocupa igual si le parece bien como si está en desacuerdo.
Si es lo primero, en duda su criterio deportivo.
Si es lo segundo, en duda su capacidad de mando.— SANTIAGO CAÑIZARES (@santicanizares) August 10, 2020
A juicio del exguardameta de Puertollano, si las salidas de Parejo y Coquelin atienden a criterios deportivos por parte del club, queda en entredicho el criterio del entrenador que se deshace de dos puntales del equipo a un precio irrisorio. Por otro lado, si en esta decisión nada tiene que ver la opinión del míster, Cañizares cuestiona la capacidad de decisión de la figura del entrenador y su mando.
El Valencia malvende a dos de sus futbolistas más importantes y lo hace como muestra de la purga en el vestuario con el ánimo de abrir una brecha entre el nuevo proyecto y el vetusto de la temporada pasada. Coquelin se convertirá en 'groguet' por una cantidad cercana a los 13 millones de euros y Parejo también pero prácticamente a coste 0. El Valencia enmascara el traspaso del capitán blanquinegro en una operación conjunta en la que tan sólo busca ahorrarse la ficha que percibe el de Coslada. Una muestra autoritaria, una más, en el contexto de una limpieza constante en la que nadie que levante la voz en contra de la propiedad tiene cabida.
No tiene sentido cargar contra Javi Gracia, que es un profesional que acaba de llegar al club. Por muchos motivos. Ha llegado a un Valencia donde, a efectos prácticos, ya no estaban ni Coquelin ni Parejo, por decisión del dueño. Hay que ser mezquino y retorcido para pretender mezclar al hombre en todo esto, en una guerra que no tiene nada que ver con él ni con su trabajo.
Ojo con Lim que está dispuesto a vender si puede hasta la acequia de mestalla