Geoffrey Kondogbia ya es historia para el Valencia CF. El internacional por República Centroafricana ha forzado la maquinaria para que se cumpliese su voluntad de fichar por el Atlético de Madrid y los gestores del Valencia no han tenido un sólo reparo a la hora de seguir descabezando el proyecto valencianista por mucho menos dinero del que marcaba su cláusula de rescisión. El galo se marcha con 104 partidos oficiales con el Valencia CF a la espalda.
Kondogbia fue uno de los futbolistas por los que apostaron Marcelino y Mateo Alemany para reconstruir al equipo en el verano de 2017. Tras duras negociaciones, consiguieron su llegada y prácticamente nada más aterrizar, el centrocampista se estrenó como titular con el Valencia en el Santiago Bernabéu con gol incluido.
Desde entonces, Dani Parejo encontró al escudero perfecto en el centro del campo y Marcelino a una de sus prolongaciones sobre el verde. En aquella primera temporada, el rendimiento de Kondogbia en el Valencia fue colosal y ayudó al equipo con varios golazos como ante el Betis, el Espanyol o el Athletic Club.
En Copa del Rey protagonizó la curiosa situación de tener que perderse la eliminatoria de dieciseisavos contra el Real Zaragoza al tener que cumplir una sanción de su época en el Sevilla. Cuando cambió de aires y se marchó al conjunto hispalense al Mónaco, no cumplió la sanción por un error burocrático. Tampoco lo hizo en el Inter y no tuvo más remedio que cumplirla en el Valencia.
En la segunda temporada, los problemas físicos no abandonaron a Kondogbia y eso lastró durante toda la temporada en todas las competiciones. Su participación fue sustancialmente menor así como su rendimiento. A pesar de todo, su nombre siempre quedará grabado a fuego en la historia del Valencia y la Copa del Rey del Centenario. En aquella final jugó los últimos 25 minutos al sustituir al lesionado Dani Parejo. Siempre será uno de los campeones de aquella Copa del Rey.
En la tercera temporada en el Valencia, Kondogbia tuvo una trayectoria algo más constante que en la temporada anterior. Jugó más y mejor y anotó el único tanto que ha firmado como valencianista en la Liga de Campeones, un gran gol ante el Lille.
En este inicio de temporada, Kondogbia pasó de héroe a villano a las primeras de cambio en cuanto vio la oportunidad de saltar de barco. Las ventas y los no fichajes le dieron alas para enfrentarse a la propiedad y presionar hasta conseguir ser traspasado a un Atlético de Madrid que le reclamó.
Las características físicas de Kondogbia y su imponente juego en el centro del campo a la hora de recuperar balones del contrario han generado diversos motes a través de los que se ha conocido al futbolista estos años.
Él siempre se ha querido identificar con la figura de un caimán porque es sigiloso, se mantiene al acecho y cuando nadie lo espera, ataca. Sin embargo, el imaginario colectivo valencianista siempre lo ha conocido como el Pulpo por sus largos tentáculos, una metáfora que evidenciaba esa capacidad para abarcar mucho terreno de juego. Otros lo conocieron como el Morlaco, aludiendo a su potencia física. Y algunos compañeros lo compararon con un personaje del popular videojuego Street Fighter. Se trataba de Dhalsim. Algunos de los compañeros compararon a Kondogbia con este personaje cuyas características principales son la capacidad para estirar y retorcer sus miembros sin daño alguno aparente para sí mismo, con objeto de golpear a rivales que se encuentren a larga distancia. Por la similitud de su fútbol con estas características, Kondogbia recibió esta comparación por parte de algunos compañeros.
Otro mote más: JUDAS