La cesión de Cristiano Piccini al Atalanta no está siendo fructífera. El Valencia CF decidió prescindir del defensor florentino en septiembre, dejándolo marchar al club italiano con una opción de compra de tres millones de euros. No obstante, no está gozando de gran protagonismo: únicamente ha jugado 6 minutos desde que aterrizó en Bérgamo. Los disputó el 21 de noviembre ante el Spezia y significaron su vuelta a los terrenos de juego en partido oficial tras 15 meses en el dique seco. Ya volvió a jugar en agosto 359 días después de la gravísima lesión que sufrió en el partido de LaLiga Santander ante el Celta. Salió en el descanso del partido de pretemporada contra el CD Castellón.
Además, a Piccini se le acumulan los competidores. Y es que el Atalanta ha cerrado una nueva incorporación para el mercado invernal: el lateral derecho danés Joakim Maehle, del Genk, que costará alrededor de 8 millones de euros.
Si ya se ve relegado continuamente a esperar su oportunidad desde el banquillo, con este nuevo fichaje del equipo italiano puede que no entre ni en las convocatorias. Es por ello que Piccini pueda buscar una salida en enero.
Vista la política de recortes de Meriton, la vuelta de Piccini se ve como remota, aunque siempre está la posibilidad. Cabe recordar que todavía pertenece de facto al Valencia CF.
Con su salida -gratis-, la entidad valencianista solo recortaba su salario (superior a los 2 millones de euros). Únicamente podría sacar un mayor rédito económico si el equipo del norte de Italia se decidiese a pagar la opción de compra de tres millones, una cantidad inferior a su precio de mercado y que, en caso de ejecutarse, un 10% pertenece al Sporting de Lisboa, que se reservó ese porcentaje cuando lo traspasó al Valencia CF por 8 millones de euros.
Su cesión acaba en verano pero su contrato con el Valencia CF termina en 2022. Es un activo más para el mercado en la política actual de Meriton de ingresar todo lo que pueda.