Y luego Peter Lim querrá tener los bares abiertos

Acaba el partido. Al Valencia CF le han pasado por encima en Madrid. El conjunto merengue jugando a medio gas ha podido golearlos. Ando hacia casa. El sonido de las ambulancias pasando por la avenida; el trabajo diario actualizando los datos de última hora del coronavirus o el mapa de la extensión del virus en nuestra comunidad, te hacen re enfocar tu vida y tu profesión. Te obligan a darte cuenta de lo verdaderamente importante y dejar en segundo plano lo que no lo es: decenas de fallecidos cada día, la hostelería cerrada, las olas de contagios sucediéndose y los centros deportivos cerrados marcan un día a día en el que ni el fútbol le permite a uno abstraerse. Pero la vida sigue, tiene que seguir y, como cuando ustedes abren la ventana de ElDesmarque lo que quieren es informarse de deporte en general y del fútbol en concreto, mientras estaba en estas reflexiones recordé a Salva Gomar quejándose por la incoherencia política de que no dejen entrenar a los equipos valencianos y que, paralelamente se promocione la Comunitat como destino deportivo para equipos extranjeros. Muy de acuerdo con eso. Y de esa incoherencia me pasé a pensar en si Peter Lim habría visto el partido; a pensar en la venta de las acciones y el enorme cambio que ha dado la vida del club (a peor) en el último año. Lo que está pasando temporada se analizará con el paso de los años y quedará grabado en la historia, pero ya puedo afirmar que nunca antes un servidor ha vivido un bajón de aspiraciones tan grande en tan pocos meses. El año pasado a estas alturas el Valencia era candidato a entrar en la UEFA Champions League, mientras que ahora le da justo para transitar sin pena ni gloria por LaLiga Santander. Y claro, la gente lo ve, la afición está harta y quiere que Peter Lim venda y se mache.

En esas estaba y la pandemia vuelve a mi mente. Pienso de nuevo, en el coronavirus en los bares cerrados y me aplico el cuento. Siempre que puedo hago gasto es decir voy al bar pido el café voy al negocio local y consumo porque, cuando todo esto pase querremos tener bares, querremos tener restaurantes abiertos y que nos sirvan para poder disfrutar de celebraciones en familia y con amigos. Pero si ahora no les ayudamos no esperemos después que aguanten y sigan con la persiana subida. Si ahora no estamos cuando más lo necesitan... no les esperemos después.

"Peter Lim dice que no vende pero si algún día decidiera cambiar de opinión, o cuida el producto, el club, o no podrá esperar que le paguen lo que pide".

Vuelvo a lo nuestro, al fútbol, al Valencia CF. Y las analogías, salvando las distancias, son evidentes. A Peter Lim con la famosa venta le pasa lo mismo. El singapurés dice (a través de Anil Murthy) que no vende, que no quiere soltar sus acciones y que quiere recuperar sus préstamos (avalados por los derechos económicos de ocho jugadores). Está en su derecho en decir lo que sea y lo que quiera, pero también en la obligación moral (y empresarial) de cuidar su inversión. El Valencia CF de todos.

Porque si ahora abandona el club a su suerte, si ahora lo único que hace es recuperar dinero, el día que quiera marcharse o que quiera traspasar sus acciones para dar paso a un Valencia mejor, no podrá esperar un buen precio si antes no ha cuidado el producto. Es como los bares, los comercios, las tiendas... Si ahora no les damos gasolina, no aguantarán para cuando pase la pandemia.

Así que, a aplicarse el cuento todos, arrimar el hombro y Peter Lim a cuidar el Valencia mientras sea su máximo accionista y hasta que se vaya. A mí, eso es lo que me preocupa ahora, el día a día, la deuda, las ventas de jugadores anunciadas al final de temporada y que el equipo gane partidos. Cosa que por desgracia no sucede. Ante el Real Madrid el equipo volvió a las andadas, a no competir, a la falta de intensidad y eso duele. Desmorona verlo aunque haya que ponerse en su piel.

En el futuro, ojalá cercano, si llegan compradores o una solución para el club en forma de vacuna y si Peter Lim decide vender, seré el primero en ocuparme. Ahora, como con el virus, es tiempo de ayudar al de al lado, cuidarse, resistir y como dice Gayà, ir partido a partido y que las palabras pasen a convertirse en acciones. Distancia social y mascarilla, pero también solidaridad hasta que esto pase y el sol vuelva a salir, porque saldrá. Ánimo y feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com