El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha decretado "medidas extraordinarias" para la próxima Semana Santa y ha insistido en que, debido a la pandemia, "no es aconsejable durante este año celebrar los actos y celebraciones", incluidos "aquellos en los que se haga uso de la vía pública". En un comunicado remitido por el Arzobispado, Cañizares justifica estas medidas en la intención de «colaborar a la atenuación de la expansión de la pandemia de covid-19”, teniendo en consideración “la complejidad organizativa de las manifestaciones externas de la religiosidad popular previstas en esos días, así como en el tiempo previo de la Cuaresma”.
Según refleja el decreto dictado por el cardenal arzobispo, “lamentablemente, la persistencia de altos niveles de incidencia de la enfermedad, junto con las previsiones anunciadas para la distribución y aplicación de las vacunas, siguen desaconsejando, para los próximos meses, a juicio de las diversas autoridades sanitarias consultadas, la concentración de grandes grupos de personas, así como la libre circulación de estas”.
Por ello, tras tratarlo en Consejo Episcopal, Cañizares ha concluido que "no es aconsejable durante este año celebrar los actos y celebraciones organizados por parroquias, hermandades y cofradías, asociaciones de fieles u otros grupos eclesiales que, estando previstos en sus estatutos o habiendo sido anteriormente permitidas por la autoridad eclesiástica, tengan carácter de culto externo".
Incluye en estas disposiciones "todos aquellos en los que se haga uso de la vía pública, hasta que no se tome otra decisión al respecto".
En su lugar, y particularmente en lo referente a procesiones y estaciones de penitencia, el arzobispo dispone que «cada párroco o consiliario, en colaboración con las asociaciones de fieles, cofradías y hermandades afectadas, organizará la oración o celebración más oportuna para este tiempo de pandemia, siguiendo las indicaciones litúrgicas de la Delegación Diocesana de Liturgia".