El Valencia CF salió del Benito Villamarín con la alegría de volver a sumar fuera de casa, pero con la tristeza de hacerlo por un precio muy alto. Y es que ante el Real Betis, en el partido correspondiente a la jornada 33 de LaLiga Santander, hasta tres de los teóricos titulares salieron con visibles problemas físicos: Thierry Correia, Carlos Soler y Uros Racic, en este orden. Estas lesiones se producen justo en una semana en la que el conjunto blanquinegro visita El Sadar el miércoles y después recibe al Deportivo Alavés el sábado. Dos compromisos en apenas seis días y sin tres de los buques insignia de esta temporada, a los que se le han de sumar las bajas de Cillessen o Maxi Gómez.
El portugués estaba defendiendo en su banda cuando pisó mal y se fue al suelo. Trató de levantarse y esprintó, pero se tiró al suelo para ser atendido por los médicos del club. Tras recibir el 'espray mágico', volvió al terreno de juego para probarse. Sin embargo, en el primer balón largo en la siguiente jugada, Correia volvió a notar molestias. Tras el descanso, la realización del partido mostró una imagen suya en muletas y con protección en su rodilla. La lesión parece grave y este lunes se le realizarán las pertinentes pruebas.
Carlos Soler anotó de penalti el gol que puso el empate en el marcador. Asumió la responsabilidad y ejecutó el lanzamiento muy pegado a la base del poste. Pocos minutos después, el centrocampista valenciano tuvo que ser sustituido por un pinchazo en el muslo. De confirmarse la lesión, este tipo de bajas suelen perdurar durante mínimo dos semanas. Si fuese grave, se podría alargar más incluso.
Cuando parecía que no podían aumentar los problemas para Javi Gracia, Racic también se fue al suelo con molestias en el gemelo y tras reintentar volver el partido, pidió el cambio. Si se tratase de una lesión muscular como la de Soler, el periodo de recuperación variaría en función de la gravedad.