El Valencia CF ganó ante la SD Eibar en el choque correspondiente a la jornada 37ª de LaLiga Santander, un duelo para la historia porque el público volvía a Mestalla 442 días después. La comunión con los tres mil valientes que lucharon contra el calor y la falta de motivaciones que les da la clasificación y la gestión del club llevaron en volandas a los suyos y centraron sus iras contra el palco. El mejor Valencia de la temporada se lució ante su público y mandó a un flojo equipo armero a Segunda.
De inicio apostó por su ya clásico 1-5-3-2 con algunos cambios. Recuperó a Diakhaby en la zaga, a Wass y Kang In Lee en el medio y le salió perfecto. En el minuto 3, jaleafo por su público, el equipo ya ganaba. Contra rápida bien conducid por Carlos Soler que dejó sólo al renacido Guedes y este no perdonó. 1-0
Entre que el equipo estaba salvado y que había gente delante el equipo jugó como nunca. Cómodo, rápido en las transiciones y en el minuto 19 Carlos Soler anotó el 2-0 con clase tras una buena asistencia de Guedes.
Kang In Lee, más activo que otras veces, había empezado la jugada y también inició la del 3-0. En esta ocasión se la cedió a Guedes, este abrió a la izquierda para que Gayà pusiera el centro medido habilitando para que Carlos Soler lograra su segundo tanto antes de la primera media hora de juego.
Mendilibar sacó a dos de sus mejores hombres -Enrich y Bryan Gil- para tratar de arreglar el desaguisado. Se iban al pozo sin solución ante el mejor Valencia de toda la temporada. Y le salió perfecto. Sergi centró y Bryan Gil anotó el 3-1 a placer tras cogerle la espalda a Correia..
Poco antes del descanso el Eibar pudo anotar el segundo. Hubo un posible penalti de Guillamón al que siguió un remate de Sergi Enrich al palo y después el rechace Cillessen la sacó sobre la línea.
Nada cambió tras el descanso y en el 48 Guedes hizo el 4-1 con un buen remate tras un mejor pase de Maxi Gómez que lo dejó solo. Con espacios, el equipo se gustaba. Kang In Lee inventaba pases largos y el portugués disfrutaba. Cerca estuvo del quinto poco después de que Cillessen interviniera para salvar un buen gol.
El partido perdió en intensidad y el calor hizo mella. Por eso Voro sacó a Piccini y Racic para refrescar sus fillas y después, ya en el 76 y tras la segunda pausa para hidratarse a Gameiro y Vallejo por Kang In Lee y Maxi Gómez. Sota, caballo y rey. Lo que necesitaba este equipo.
El Valencia no levantó el pie del acelerador y aún tuvo alguna ocasión más para ampliar su renta. El colegiado alargó 8 minutos de forma incomprensible. Era alargar una agonía armera pero también permitió al público seguir con sus cánticos contra Lim, contra Anil y disfrutando de su templo al fin.